29/3/19

día del perdón

PD1: Hoy es un día que el Papa ha asignado para la reconciliación, para la adoración, le llaman las 24 horas con el Señor…, para la reconciliación y para pedir perdón por nuestros pecados. Una manera bonita:

9 días para trabajar el perdón

Perdonar no es heroico sino práctico, aquí unas pautas para lograrlo

El perdón -contrariamente a lo que se cree- es un acto de la voluntad y nunca un sentimiento. Es decir, hay que querer perdonar y trabajar en ello. Estos 9 días iremos reflexionando sobre lo que es el perdón y haremos un pequeño ejercicio diario. La idea es comenzar un sábado y terminar el domingo siguiente con la misa.

Día 1

En este primer día que tu intención sea pedir por tu paz interior y la sanación de tu corazón, la de tus amigos y enemigos.

ReflexiónEl primer paso para lograr el perdón es “querer perdonar” y “querer ser perdonado”. De hecho, es uno de los requisitos para que en el sacramento de la reconciliación nuestros pecados sean perdonados: querer, desear de todo corazón que Dios nos perdone.

Ese maravilloso gesto sacramental predispone al alma a que también nosotros seamos igual de compasivos y misericordiosos con aquel que nos ha ofendido y nos invita a reflexionar: de peores cosas me ha perdonado Dios. Entonces, ¿quién soy yo para no perdonar?

Recordemos que la paz interior no viene de la ausencia de problemas sino de la certeza de que aun en medio de la peor de las dificultades Dios tiene el control y sacará bendiciones de las peores tragedias.

Jesús, antes de curar siempre repetía “la paz esté con ustedes”. Lo que quiere decir que la sanación tanto interior como física está muy relacionada con la paz. Por mucho que reces si no tienes paz en el alma y en el corazón difícilmente sanarás pues alma y cuerpo están íntimamente relacionados. Claro que hay que seguir pidiendo y buscando la sanación del cuerpo, mas esta debe de ir a la par de la sanación del alma.

La paz en el corazón está muy relacionada con nuestra capacidad y disposición de perdonar. Dios desea limpiar y arrancar de nuestra alma cualquier sentimiento de odio, rencor y orgullo que no nos permita avanzar en el amor, pero necesito permitírselo, desatarle las manos para que obre en mí sus milagros. ¿Cómo? Simplemente diciéndole: “Sí quiero… No sé cómo, mas sí quiero…   

Ejercicio. Comienzo una lista de personas a las que deseo perdonar y que deseo me perdonen. Esta lista me servirá para una actividad el último día de la novena.

Día 2

En este segundo día que tu intención sea pedir a Dios que haga crecer tu capacidad de comprender y disculpar las faltas de tus semejantes.

Reflexión. “Mi Señor, dame esa paz que sólo tú sabes dar…”. Es cierto, duele y mucho cuando recibimos ofensas y desprecios de los demás sobre todo de aquellos a quienes el amor nos une o de aquellos que se supone son quienes nos deberían de amar incondicionalmente como los papás. Pero ¿sabes? Cuando logramos observar y comprender que esa persona que nos lastimó habla desde su dolor, desde sus huellas de abandono; cuando logras comprender que esa persona también fue lastimada en un momento y que por medio de gritos y ofensas lo único que está haciendo es vociferar que necesita amor desesperadamente, todo cambia… Comprendes que esa persona solo nos dio lo que tenía para dar, es decir, lo que sabía dar.

¿Cómo disculpo a ese que tanto me irrita? ¿Cómo tolero sus defectos? Es fácil, “yo me domino”… Si elijo irritarme, perderé la paz y eso no conviene a mi alma… Nuestro Señor nos pide que aceptemos con paciencia los defectos del prójimo… Sencillito, que los aceptemos tanto como Dios acepta los nuestros … ¡Qué tal!

Tenemos que razonar así: si el Señor no ha transformado todavía a esa persona, no ha eliminado de ella tal o cual imperfección, ¡es que la soporta como es! Espera con paciencia el momento oportuno, y yo debo actuar como Él. Mi deber es rezar y esperar con paciencia a que haya una conversión en su corazón. ¿Por qué ser más exigente y más precipitado que Dios?

“En ocasiones creo que mi prisa está motivada por el amor, pero Dios ama infinitamente más que yo, y sin embargo ¡se muestra menos impaciente!” (La paz interior/Jacques Philippe)

Ejercicio. Hoy en la noche cuando reces trae a tu mente a esa persona que tú pienses es la que más te ha lastimado. Lleva sinceramente tu pensamiento y corazón al suyo y desde tu alma dile: te disculpo y te perdono porque ahora comprendo que solo me diste lo que tenías para dar.

Día 3

En este tercer día, que tu intención sea pedir a Dios que haga crecer tu fortaleza para vencer todo orgullo que te separe del amor.

Reflexión. Cómo será de fuerte el orgullo, hijo de la soberbia, que el mismo Jesús se permitió ser tentado para demostrarnos cómo hay que vencerlo.

El orgullo y el ego van muy de la mano. Podemos caer en la tentación de pensar así: “¿quién se ha creído ese para ofenderme?” Ahora yo te pregunto, ¿quién te crees tú para que no te ofendan? Hay que poner al orgullo en el lugar al que pertenece, al fondo del abismo, madurar y tratar siempre de ver lo bueno que hay en las personas. ¿Que no veo nada bueno? ¡Ah! Pues es entonces cuando debes hacer un trabajo personal profundo y en conciencia reconocer que estás haciendo de la soberbia tu comadre porque de verdad todos tenemos algo bueno. Como decía san Agustín: “Procura adquirir las virtudes que crees que faltan en tus hermanos y ya no verás los defectos, porque no los tendrás tú”.

En pocas palabras: LO QUE TE CHOCA, TE CHECA… En este caso el orgullo no te levanta sino que te hunde aún más.

Se necesita mucha humildad para reconocer todo aquello que Dios merece que yo mejore por amor a Él. Pídele que te dé la capacidad de ver a todos los demás a través de sus ojos, sobre todo a aquellos que más te cuesta tolerar.

Ejercicio: Piensa en esa persona que más te hace perder el control. ¿Qué botón aprieta en ti que hace que no la toleres o pierdas el control? ¿Qué será lo que tú debas mejorar o cambiar para que su acción o actitud te deje de molestar?

Día 4

En este cuarto día que tu intención sea pedir a Dios que haga crecer tu capacidad de controlar cualquier temperamento colérico o iracundo que haya en ti.

Reflexión. Esa bendita ira que nos empuja a decir lo que por misericordia debiéramos callar y a callar lo que por caridad debiéramos decir.

Cuántas veces decimos: “es que fulano me hizo enojar”, “es que él tiene la culpa de que yo reaccione así”. ¿Te das cuenta de que le estás dando total poder a otro sobre ti? ¡Quítaselo! Ese poder es solo tuyo porque Dios te lo dio a ti. Ese poder se llama voluntad y libre albedrío de elegir que nadie te quita tu paz porque como a san Pablo, todo lo puedes en Cristo que te conforta.

Insisto, tu capacidad de perdonar habla mucho del tamaño de tu alma y de tu generosidad. Si no sabes cómo perdonar, simplemente voltea con el “Perdón hecho hombre” (Dios) y dile: -No sé cómo hacerle. Enséñame Tú y dame un corazón hecho a tu medida.

Muchas veces lo que Dios necesita para obrar milagros en tu alma como lo es el perdón, es tu buena disposición a soltar ese “cáncer” como lo es el rencor, la ira y el resentimiento. Dios quiere que tu vida se convierta en una fuente de humildad.

Ejercicio: pon muchísima atención en ti y en tus reacciones. ¿A qué le estás dando poder de quitarte la paz; hacia qué y por qué reaccionas con ira? Cuando sientas que estás a punto de perder el control invoca el nombre de Dios con esta jaculatoria: “Justo juez, justo juez, pon mi alma a tus pies”.

Día 5

En este quinto día que tu intención sea pedir a Dios que borre de tu alma cualquier vestigio de resentimiento que no te permita perdonar de corazón.

Reflexión. El resentimiento es ese veneno que yo me tomo pretendiendo que mate al que me hizo daño. “Re” (repetición). Resentimiento es la acción de volver a sentir. El resentimiento es una caricia del ego que te dice: “Tienes razón. Tú no merecías ser tratado de esa manera”. ¡Cuidado con escucharle! Sentimos mucho dolor de lo tanto que hemos sido lastimados pero pocas veces nos detenemos a sentir y a dolernos de lo que también nosotros hemos lastimado a otros.

Al resentimiento yo lo comparo con cataratas en los ojos. Estas no nos permiten ven con claridad la luz por lo tanto no podemos saborear con nitidez los colores de la vida. Justo eso es el resentimiento, una catarata en el alma que no nos permite ni recibir, ni sentir la plenitud del amor de Dios ni sus Gracias; es decir, que no nos permite recibir la luz del Espíritu Santo en plenitud.

Una vez escuché la meditación de un sacerdote que me hizo mucho sentido: cuando Jesús nos propuso que perdonemos a nuestros enemigos no nos propuso algo heroico sino algo práctico. En pocas palabras nos quiso decir que ya no le diéramos más poder a nuestro enemigo.

Perdonar es soltar; es dejar a esa persona que nos hirió en las únicas manos que saben cómo tratarlo, las manos de Dios. Perdonarle no es desearle ni bien ni mal; perdonar es arrojarla, aventarla, tirarla, pero no al vacío ni al abismo sino a las manos de Dios con la certeza de que Él sabrá qué hacer con ella.

Aquí aplica el proverbio chino: “tu enemigo te hirió una vez, su recuerdo mil veces”. Por ejemplo, la persona que te engañó el 5 de mayo del 2010 y estamos en el 2016. Si tú sigues con ese recuerdo, dándole vueltas y pensando que esa persona te engañó, te hizo, te, te, te… el agresor te ofendió ese día, pero tú y a través de su recuerdo, con traer ese pensamiento a tu mente y permitirle que llegue a tu corazón de una manera dolorosa, haces que te siga engañando hasta el día de hoy. ¿Me expliqué?

Es por eso por lo que el perdonar no es heroico sino práctico. Y fíjate que en ningún momento te pedí que le desearas cosas buenas porque humanamente cuando nos hacen daño sería muy hipócrita decir que le deseamos lo bueno. Lo práctico es comenzar a perdonar, lo heroico es que ya, a través del tiempo y con la ayuda de Dios, le deseamos cosas buenas, bendiciones.

El resentimiento me ata al pasado y mientras siga con esa actitud, únicamente “pobreteándome”, en la medida en que siga en el papel de víctima, “autocompadeciéndome” será en la medida en que me estaré perdiendo la verdadera compasión de Dios hacia mí.

Estoy tan metido/a en mi “yo-yo-yo”, tratando de buscar explicación y justificación a la ofensa que recibí, que no alcanzo a vislumbrar toda la misericordia y el perdón que Dios ha derramado en mí tantas veces como yo le he ofendido. Aun más importante, no alcanzo a percibir la explicación que Dios me quiere dar, es decir del plan maravilloso de su amor para mí.

Entonces el primer paso para un perdón sanador es liberar, renunciar, soltar… Elegir dejar ir cualquier pensamiento de venganza, rencor y autocompasión. Me hago consciente y elijo no enredarme con esa actitud, con esas palabras, con la ofensa, no engancharme.

Pongo mi ego, mi dolor, mi victimismo y todos esos sentimientos que no me permiten soltar la ofensa al pie de la Cruz, en manos de quien es el perdón vivo. Cuando yo elijo renunciar a mi “ego herido” no quiere decir que el problema desaparecerá o se arreglará de manera automática; lo que quiere decir es que le estoy dando libertad a las manos de Dios para que sea parte de la solución.

Ejercicio: Utilicemos ese gran regalo que Dios nos dio para ser nuestro custodio y mensajero, nuestro ángel de la guarda. Invoca al Espíritu Santo y a tu ángel custodio para que traigan a tu mente a esa persona que quizás sin tú saberlo, es a la que más necesitas perdonar. Pídele a tu angelito que haga fuerza con el de ella para que pueda recibir el mensaje que tu corazón le quiere mandar: “En el nombre de Jesús, por el Poder y la Gracia de Dios, te perdono y te libero”. Amén

Día 6

En este sexto día que tu intención sea pedir a Dios que te haga ser un instrumento de paz en tu familia para que con amor puedas vencer cualquier discordia familiar.

Reflexión. Mi familia, mi iglesia doméstica. “Ojalá hubiera tenido otro papá; ojalá mi hermano fuera más cariñoso; ojalá hubiera nacido en otra familia…” Y así se nos puede ir la vida, inconformes, con una fe “ojalatera”. ¡No, ya basta! “Esta es la familia que tenías que tener para que hoy seas lo que eres”.

¿Qué nos ha venido enseñando Cristo? En ningún momento nos ha dicho que no tendremos problemas, sino que nos muestra el camino para encontrar soluciones. Jesús parte de la base de que en general el mundo es difícil y está lleno de contradicciones; nunca nos ha prometido que no tendremos problemas, lo que sí nos ha asegurado es que encontraremos caminos hacia las soluciones y armas para vencer los obstáculos; el único requisito es confiar en Él y vivir en obediencia.

Lo grande de la vida, la paz y la felicidad no es evitar los problemas si no encontrar soluciones, sobre todo en el ambiente familiar.

Qué fácil es amar y recibir a aquel hermano dulce y tierno con el que nos llevamos estupendamente, pero qué tal abrazar a aquel que nos insulta, que nos irrita y nos hace perder los estribos. Por qué nos costará tanto aplicar aquí el dicho: “Ámame cuando menos lo merezca porque es cuando más lo necesito”.

¿Cómo se enfrentan y se vencen las batallas cuando hay conflictos familiares? ¡De rodillas! Así es, hablando menos y rezando más. El verdadero MILAGRO de la paz familiar comenzará cuando caigas de rodillas delante de Dios, reconociendo tus miserias y tu parte de responsabilidad en ese conflicto y hagas lo que a ti te corresponde dejando a un lado el victimismo.

Ese pariente que te ofendió seguramente te hirió en lo más profundo y te hizo sufrir. Pero ¿por un segundo te has puesto a pensar que antes de haberte lastimado a ti, lastimó y ofendió a Dios? ¿Acaso eso no te duele?

El arma más poderosa que tienes para vencer en esa batalla familiar es la oración. Pide confiado a Dios que convierta, tanto tu alma como la de tus familiares y que a ti te señale el camino que te permita llegar a sus corazones.

Ejercicio: Una vez más acudamos a ese gran regalo que Dios nos dio para ser nuestro custodio y mensajero, nuestro ángel de la guarda. Invoca al Espíritu Santo y a tu ángel custodio que traigan a tu mente a ese pariente-familiar que quizás sin tú saberlo, es al que más necesitas recordarle cuanto le amas.

Pídele a tu angelito que haga fuerza con el de él/ella para que pueda recibir el mensaje que tu corazón le quiere mandar. Puedes decirle algo como: “Quiero recordarte que te amo y te acepto tal y como eres, de la misma manera en que Dios me ama y me acepta a mí tal y como soy”.

Día 7

En este séptimo día que tu intención sea pedir a Dios tu corazón esté siempre lleno de amor para que cada vez que sea necesario des el primer paso hacia el perdón.

Reflexión. El primer paso para un verdadero perdón es la humildad de reconocer que yo también he ofendido y “necesito” ser perdonado. En ese bendito acto de humildad, donde de rodillas le pido perdón a Dios y le digo lo que me ha dolido haberle ofendido a través de mis actos y comportamiento tan faltos de caridad, no solo Él me perdonará y me recibirá con los brazos abiertos cual hijo pródigo, sino que aparte del regalo de su bendito perdón, me dará entre muchas otras gracias sobrenaturales, la capacidad y la fortaleza que necesito para yo poder perdonar a los demás. No hay manera de que yo por mis propias fuerzas logre experimentar un perdón profundo y sincero hacia mis semejantes; para lograrlo es necesario que viva en mi alma la Vida Divina de Dios.

El perdón es un acto de la voluntad el cual requiere de una sola migajita de ella para que comience a hacer efecto en nuestra alma. Recordemos que el perdón conviene…

Casi seguro que muchos de nosotros hemos tenido que perdonar y nos han perdonado aquello que parecía imperdonable. Luego de que todo pasa, uno voltea atrás y no puede más que decir ¡Bendito sea Dios y bendita nuestra capacidad de amar y de perdonar!

Ejercicio: Haz todo lo que esté de tu parte para acudir al sacramento de la reconciliación lo antes posible. Recuerda que Dios siempre será Dios, contigo y sin ti… Y tú, sin su Gracia Sacramental, sin su Vida Divina, ¿quién eres? ¡Venga, a dar el primer paso!

Día 8

En este octavo día, que tu intención sea pedir a Dios que llene de más amor tu corazón para siempre devolver bien por mal.

Reflexión. “¿Devolver bien por mal? ¿Poner la otra mejilla? ¡Qué le pasa a Dios! ¡Ah no! El que me la hace la paga. Ni que uno no tuviera dignidad…”. ¿Cuántas veces hemos pensado así? Ese ego aconsejándonos y acariciando nuestras miserias humanas. 

“Devolver bien por mal…” Nada más cierto que estas palabras llenas de verdad porque el mal no se apaga con el mal sino con el bien.Recordemos que Dios nos habla por medio de parábolas (verdades que parecen mentira) y el mundo nos quiere convencer por medio de sofismas (mentiras que parecen verdades). De nosotros depende qué elegimos, obedecer a Dios con la certeza de que al final tendremos plenitud “eterna” o seguir las reglas del mundo que nos ofrece bienestar temporal. La satisfacción de la venganza, por mucho que dure, es pasajera. La del perdón es infinita porque emana del alma de quien Dios vive en él.

En el Evangelio de Juan (6, 1-13), “Multiplicación de los panes”, hay varios puntos que me llaman la atención, en especial estos 2:

6:10 <Jesús le respondió: “Háganlos sentar”>. Jesús les dio pan a los que estaban sentados, listos para recibirlo. Ese “háganlos sentar” quiere decir que hay que estar atentos, listos y preparados para recibir todas las gracias y dones que Dios nos quiere regalar. En el caso de esta novena es el don de saber perdonar.

6:12-13 <Cuando todos quedaron satisfechos, Jesús dijo a sus discípulos: “Recojan los pedazos que sobran, para que no se pierda nada”. Los recogieron y llenaron doce canastas con los pedazos que sobraron de los cinco panes de cebada>.¿Generalmente, qué hacemos nosotros con las sobras? Las tiramos a la basura. Sin embargo, aquí Jesús las manda recoger para que nada se desperdicie… y con esas sobras se llenaron 12 canastos.

En nuestra vida, ese canasto es el mismo corazón de Jesús y las sobras, esas que nadie quiere de mí, son mis miserias, las cuales que yo, como uno de sus doce, pongo dentro de su corazón para que Él las convierta en bendiciones. Una vez más Jesús nos enseña a devolver bien por mal; a no desperdiciar absolutamente nada y todo entregárselo a Él.

Quiere decir que de mis miserias y de lo que nadie quiere, Dios obrará cosas maravillosas hasta saciar a mí y a los demás. Nuestras miserias, que no son otra cosa más que defectos, son maravillosas áreas de oportunidad que nos mantendrán humildes y necesitados de Dios. 

Ejercicio. Invocando al Espíritu Santo y tu ángel custodio, con papel y pluma, haz una lista reconociendo todas esas miserias (o defectos) que deseas poner en el Corazón de Jesús. En especial, ese deseo de venganza (por muy pequeño que sea), para que Dios los transforme en dones, virtudes y bendiciones.

Día 9

En este noveno día, que tu intención sea pedir a Dios un corazón hecho a su medida y al de su Madre María. Pide a la Santísima Madre que te preste su corazón cada vez que te cueste trabajo perdonar.

Reflexión: “…Consoladora de los afligidos, Auxilio de los cristianos, Reina de la paz,…” y yo le añadiría Madre del perdón. Por supuesto que no podía faltar la Madre de Dios y Madre nuestra al cerrar nuestra novena porque Jesús siempre va de la mano de su Ella. Además, si alguien puede hablar de perdón es María, modelo de virtudes…

La Santísima Virgen es una excelente aliada en asuntos del alma, por eso adóptala como tu intercesora para que te ayude a presentar tus oraciones al Padre. Es la Reina de la paz y sabemos que uno de los frutos inminentes al vivir el perdón es ese, armonía y paz en los corazones.

Virgen Madre mía, gracias por tu “FIAT” y por tu amor. Intercede por mí ante tu amadísimo Hijo para sacar de mi alma todo aquello que me separe del amor de Dios, en especial esas semillas de odio, rencor y resentimiento que puedan estar aún en mi corazón. Enséñame a amar y a tratar bien a los demás, sobre todo a mis enemigos, y no porque lo merezcan o no, sino porque fueron creados a imagen y semejanza de Dios y a los cuales yo, gracias a la luz del Espíritu Santo que habita en mí, alcanzo a ver en ellos tal dignidad.

Te consagro mi vida, mis pasiones, mis fortalezas y debilidades. Enséñame a ser uno/a contigo y si no es mucho pedir, enséñame a ser como Tú. Amén

Ejercicio: Prepárate para ir a misa lo más pronto que puedas y lleva contigo la lista que hiciste el primer día. Cuando sea un momento prudente, de preferencia entre el Padrenuestro y el momento de la paz, con todo tu corazón entrega a Dios todos los nombres que pusiste en la lista del primer día; si te es posible tráelos a tu mente y con el amor más profundo que seas capaz mándales la paz en el Nombre de Dios.

Este ejercicio del perdón y de rogar a Dios la paz para ellos es muy sanador y es un gane-gane. Por un lado, si esas personas están listas y dispuestas a recibir la paz que tú les estás deseando, pues ya sabes los milagros y las maravillas que sucederán. Por el otro, si ellos no están listos a recibirla, esa paz regresa a ti. (Mateo 10:1-16)

28/3/19

¿cómo le demostramos nuestro amor?

PD1: A la novia a uno le gustaba comérsela a besos. Ahora, a mi mujer, cuando me deja, también… ¿Y al Señor, cómo le demostramos nuestro amor? Qué mejor forma que decírselo, que le queremos, que nos gustaría recibirlo, estar con Él lo más cerca posible. Hay dos formas, comulgar en Misa que es uno de los actos más íntimos de esta vida, cuando se nos mete dentro nuestro Dios, y otra manera muy fácil es a través de la comunión espiritual, que le decimos que, como la Virgen, nos gustaría recibirle. Tiene casi los mismo efectos que una comunión y es un muy bonito acto de amor, que se puede repetir muchas veces cada día…

27/3/19

menos criticar y más rezar por él

PD2: ¿Y si tenía prisa por acabar qué? ¿Y si le dolía la mano qué? ¿Y si no quiere que la adulación a su persona, que la gente se arrodille ante él qué? ¿Y si quería que no le besaran el anillo porque es una forma de humildad qué? ¿Qué prefieres que lleven en andas y bajo palio, o que se parezca más a San Francisco de Asís? Este Papa ha hecho cosas muy buenas, ha cambiado más, si cabe, las costumbres… Sabes que sigue durmiendo en Santa Marta como otro más, que no tiene privilegios, que celebra su Misa diaria en Santa Marta y luego hace una larga acción de gracias en el banco de rodillas con los demás…

Quizás lo que ha querido decir es que es hora de que no se le bese la mano… Él sabrá y el Espíritu Santo le habrá iluminado así… El Papa es muy hábil comunicando, habla con sencillez y concisión, tiene muy buena comunicación visual. ¿A ver quién es el guapo que le intenta besar la mano a partir de ahora? Nosotros, menos criticar y mucho más rezar por él, que bastantes disgustos se lleva cada día y lo que te rondaré morena… Todavía hay muchos “príncipes de la iglesia” que deben bajar al suelo y ser mucho más cristianos…

26/3/19

¡cuánta demagogia!

PD1: ¡Cuanta demagogia por todos los lados! 33.341 asesinatos durante 2018 en México, pero lo importante es que el Rey de España pida disculpas por algo ocurrido en el siglo XVI.

¿Dónde está la verdad? No la encuentras en los políticos que se andan vendiendo en las elecciones, ni en los populistas que tratan de hacer solo demagogia.

¡Qué felices seríamos sin políticos rajando todo el día!

25/3/19

crecer la semilla

PD1: En el alma de cada cristiano, Jesús ha sembrado, por el Bautismo, la gracia, la santidad, la Verdad... Hemos de hacer crecer esta semilla para que fructifique en multitud de buenas obras: de servicio y caridad, de amabilidad y generosidad, de sacrificio para cumplir bien nuestro deber de cada instante y para hacer felices a los que nos rodean, de oración constante, de perdón y comprensión, de esfuerzo por conseguir crecer en virtudes, de alegría...

22/3/19

donación

PD1: Darse es la expresión del amor. Tenemos que abrir nuestro corazón a ese amor-donación. Igual que nuestra relación con Dios: rezar, servir, trabajar, superarse, sacrificarse... todo son caminos de donación, de amor. Que tengamos un corazón sincero, un corazón generoso y abierto a las exigencias del amor.

21/3/19

negarse a uno mismo...

PD1: Volvemos a la Cuaresma: El camino de Jesús se resume en tres palabras: sufrimiento, muerte, resurrección. Nuestro sendero también lo constituyen tres aspectos (dos actitudes y la esencia de la vocación cristiana): negarnos a nosotros mismos, tomar cada día la cruz y acompañar al Señor (buscarle, encontrarle e imitarle).

Si alguien no se niega a sí mismo y no toma la cruz, quiere afirmarse y ser él mismo, quiere “salvar su vida”, se equivoca, ya que queriendo esa seguridad que nos da el dinero o la buena salud, la perderá. Tenemos que tratar de imitar al Señor y llevar con alegría cuando nos encontremos con la “cruz”, que antes o después, aparece… Y esa alegría se la debemos al destino final que nos espera: el cielo, la vida eterna…

20/3/19

regalo del día del padre

PD1: Ayer día del padre, me regalaron en casa una imagen de San José con el niño en brazos. Ya la tengo puesta en el salón… Me gustó mucho la idea de mi mujer, eso nos faltaba en casa, un buen San José para pedirle cosas también…, para recordarnos que actuaba con rapidez, sin dudas.
El Papa Francisco sobre San José y su dormitorio:
“Yo quiero mucho a san José. Porque es un hombre fuerte y de silencio. Y en mi escritorio tengo una imagen de san José durmiendo. Y durmiendo cuida a la Iglesia. Sí, puede hacerlo. Nosotros no. Y cuando tengo un problema, una dificultad, yo escribo un papelito y lo pongo debajo de san José para que lo sueñe. Esto significa para que rece por ese problema”…
“Al igual que san José, una vez que hemos oído la voz de Dios, debemos despertar, levantarnos y actuar, en familia hay que levantarse y actuar. La fe no nos aleja del mundo, sino que nos introduce más profundamente en él. Es muy importante”…
“Del mismo modo que el don de la Sagrada Familia fue confiado a san José, así a nosotros se nos ha confiado el don de la familia y su lugar en el plan de Dios. Lo mismo que con san José. A san José el regalo de la Sagrada Familia le fue encomendado para que lo llevara adelante. A cada uno de ustedes, y de nosotros, porque yo también soy hijo de una familia, nos entregan en plan de Dios para llevarlo adelante. El ángel del Señor le reveló a José los peligros que amenazaban a Jesús y María, obligándolos a huir a Egipto y luego a instalarse en Nazaret”…
“Y pedirle a san José, que es amigo del ángel, que nos mande la inspiración de saber cuándo podemos decir sí, y cuando debemos decir no. Las dificultades de las familias son muchas”…

19/3/19

propósitos del Retiro

PD1: Mi propósito del curso de retiro de este fin de semana es que sea sembrador de paz y alegría a los que me rodean, mi familia, amigos, conocidos, a todas las personas que leen estas memeces… La paz se consigue con la fe; la alegría al sabernos Hijos de Dios y que nos espera el cielo. Parece simple, pero te seguro que no lo es. En las familias siempre hay problemas. Trataré de mostrar la cara más amable que pueda… Y la simpatía, que me suele salir con facilidad, hay veces que no, y es donde tengo que pulirme más… A ver si tienes suerte, mejoro, y lo notas…

18/3/19

agotado...

PD1: Vuelvo agotado del retiro… Mañana te cuento los propósitos que me he marcado, que espero no se queden en una lista como otras veces y me duren el año entero. Este año ha sido muy bueno, he reflexionado mucho, he rezado mucho también, con mucho silencio, acordándome de todos y de los que más lo necesitan…

14/3/19

me voy de Retiro Espiritual

PD1: Esta noche entro en mi retiro espiritual de cada año. Son tres días de rezar mucho y poner orden en mi vida, en mis amores. Me acordaré mucho de todos y os ruego una oración por este pobre pecador… Es muy intenso, me suele dejar agotado, pero luego es muy fructífero ya que sales con nuevos bríos y ordenado… Esos buenos propósitos que te marcas, espero cumplirlos durante todo el año y que me los notes…

13/3/19

España, "tierra de María"

PD1: Ya que estoy algo calentito con lo que leo en la prensa, sigo cañero… En Murcia, que hoy gana por goleada, cada vez tienen más peso los niños musulmanes que nacen:
Hace veinte años, en Murcia, eran del 0,2% los niños que nacían de madre musulmana… ¿Este es el futuro de nuestras pensiones? ¿Este es el futuro de la “tierra de María”?

12/3/19

reflexión sobre la Cuaresma

PD1: El Papa nos ha dado unos puntos de reflexión, que acompañen nuestro camino de conversión en esta Cuaresma. Es un poco largo, pero nos sirve de oración:

1. La redención de la creación

La celebración del Triduo Pascual de la pasión, muerte y resurrección de Cristo, culmen del año litúrgico, nos llama una y otra vez a vivir un itinerario de preparación, conscientes de que ser conformes a Cristo (cf. Rm 8,29) es un don inestimable de la misericordia de Dios.

Si el hombre vive como hijo de Dios, si vive como persona redimida, que se deja llevar por el Espíritu Santo (cf. Rm 8,14), y sabe reconocer y poner en práctica la ley de Dios, comenzando por la que está inscrita en su corazón y en la naturaleza, beneficia también a la creación, cooperando en su redención. Por esto, la creación —dice san Pablo— desea ardientemente que se manifiesten los hijos de Dios, es decir, que cuantos gozan de la gracia del misterio pascual de Jesús disfruten plenamente de sus frutos, destinados a alcanzar su maduración completa en la redención del mismo cuerpo humano.

Cuando la caridad de Cristo transfigura la vida de los santos —espíritu, alma y cuerpo—, estos alaban a Dios y, con la oración, la contemplación y el arte hacen partícipes de ello también a las criaturas, como demuestra de forma admirable el “Cántico del hermano sol” de san Francisco de Asís (cf. Enc. Laudato si’, 87). Sin embargo, en este mundo la armonía generada por la redención está amenazada, hoy y siempre, por la fuerza negativa del pecado y de la muerte.

2. La fuerza destructiva del pecado

Efectivamente, cuando no vivimos como hijos de Dios, a menudo tenemos comportamientos destructivos hacia el prójimo y las demás criaturas —y también hacia nosotros mismos—, al considerar, más o menos conscientemente, que podemos usarlos como nos plazca. Entonces, domina la intemperancia y eso lleva a un estilo de vida que viola los límites que nuestra condición humana y la naturaleza nos piden respetar, y se siguen los deseos incontrolados que en el libro de la Sabiduría se atribuyen a los impíos, o sea a quienes no tienen a Dios como punto de referencia de sus acciones, ni una esperanza para el futuro (cf. 2,1-11). Si no anhelamos continuamente la Pascua, si no vivimos en el horizonte de la Resurrección, está claro que la lógica del todo y ya, del tener cada vez más acaba por imponerse.

Como sabemos, la causa de todo mal es el pecado, que desde su aparición entre los hombres interrumpió la comunión con Dios, con los demás y con la creación, a la cual estamos vinculados ante todo mediante nuestro cuerpo. El hecho de que se haya roto la comunión con Dios, también ha dañado la relación armoniosa de los seres humanos con el ambiente en el que están llamados a vivir, de manera que el jardín se ha transformado en un desierto (cf. Gn 3,17-18). Se trata del pecado que lleva al hombre a considerarse el dios de la creación, a sentirse su dueño absoluto y a no usarla para el fin deseado por el Creador, sino para su propio interés, en detrimento de las criaturas y de los demás.

Cuando se abandona la ley de Dios, la ley del amor, acaba triunfando la ley del más fuerte sobre el más débil. El pecado que anida en el corazón del hombre (cf. Mc 7,20-23) —y se manifiesta como avidez, afán por un bienestar desmedido, desinterés por el bien de los demás y a menudo también por el propio— lleva a la explotación de la creación, de las personas y del medio ambiente, según la codicia insaciable que considera todo deseo como un derecho y que antes o después acabará por destruir incluso a quien vive bajo su dominio.

3. La fuerza regeneradora del arrepentimiento y del perdón

Por esto, la creación tiene la irrefrenable necesidad de que se manifiesten los hijos de Dios, aquellos que se han convertido en una “nueva creación”: «Si alguno está en Cristo, es una criatura nueva. Lo viejo ha pasado, ha comenzado lo nuevo» (2 Co 5,17). En efecto, manifestándose, también la creación puede “celebrar la Pascua”: abrirse a los cielos nuevos y a la tierra nueva (cf. Ap 21,1). Y el camino hacia la Pascua nos llama precisamente a restaurar nuestro rostro y nuestro corazón de cristianos, mediante el arrepentimiento, la conversión y el perdón, para poder vivir toda la riqueza de la gracia del misterio pascual.

Esta “impaciencia”, esta expectación de la creación encontrará cumplimiento cuando se manifiesten los hijos de Dios, es decir cuando los cristianos y todos los hombres emprendan con decisión el “trabajo” que supone la conversión. Toda la creación está llamada a salir, junto con nosotros, «de la esclavitud de la corrupción para entrar en la gloriosa libertad de los hijos de Dios» (Rm8,21). La Cuaresma es signo sacramental de esta conversión, es una llamada a los cristianos a encarnar más intensa y concretamente el misterio pascual en su vida personal, familiar y social, en particular, mediante el ayuno, la oración y la limosna.

Ayunar, o sea aprender a cambiar nuestra actitud con los demás y con las criaturas: de la tentación de “devorarlo” todo, para saciar nuestra avidez, a la capacidad de sufrir por amor, que puede colmar el vacío de nuestro corazón. Orar para saber renunciar a la idolatría y a la autosuficiencia de nuestro yo, y declararnos necesitados del Señor y de su misericordia. Dar limosna para salir de la necedad de vivir y acumularlo todo para nosotros mismos, creyendo que así nos aseguramos un futuro que no nos pertenece. Y volver a encontrar así la alegría del proyecto que Dios ha puesto en la creación y en nuestro corazón, es decir amarle, amar a nuestros hermanos y al mundo entero, y encontrar en este amor la verdadera felicidad.

11/3/19

+ catequesis

PD1: De nuevo el Papa Francisco dando catequesis:

La oración del Padrenuestro contiene siete peticiones. En las tres primeras, que se refieren al “Tú” de Dios, Jesús nos une a él y a sus más profundas aspiraciones, motivadas por su infinito amor hacia el Padre. En cambio, en las últimas cuatro, que indican el “nosotros” y nuestras necesidades humanas, es Jesús quien entra en nosotros y se hace intérprete ante el Padre de esas necesidades.

En su simplicidad y esencialidad, el Padrenuestro es modelo de toda oración porque contiene, a la vez, la contemplación de Dios, de su misterio, de su belleza y su bondad, como también una súplica atrevida de lo que necesitamos para vivir bien. Con esta oración Jesús nos enseña a confiar y a abandonarnos en Dios, que nos conoce, nos ama y sabe cuáles son nuestras necesidades.

Hoy consideramos la primera de estas súplicas, que dice así: «Santificado sea tu nombre». En ella expresamos toda la admiración de Jesús por la belleza y la grandeza del Padre, y su deseo de que todos lo conozcan y lo amen. Y presentamos también nuestro ruego de que su nombre sea santificado en nosotros, en nuestra familia, en nuestra sociedad y en el mundo entero.

Es Dios quien nos santifica; es él quien nos transforma con su amor; mientras nosotros, con nuestro testimonio de vida, manifestamos su santidad en el mundo, y hacemos presente su santo nombre.

8/3/19

muchas gracias a los jueces!!!

PD1: Tengo 9 hijos que se me han ido haciendo mayores. Me queda Sol que acaba la carrera ahora y dos más pequeñas, María y Rosario. Este año perdíamos la condición de familia numerosa ESPECIAL, que tiene buenos descuentos en transportes y universidades… Pues se ha ganado, en los tribunales, el recurso impuesto al gobierno del Partido Popular de Madrid, para que sigamos siendo familia numerosa especial hasta que Rosario acabe sus estudios. Tener tantos hijos es muy caro y cualquier ayuda era muy bienvenida… Además, no debe ser tanto dinero ya que somos cuatro gatos los que nos lanzamos a tener tantos hijos.

Doy gracias a los jueces y alucino con el PP que sigue primando a los emigrantes, al colectivo gay, a lo que sea…, frente a los padres de familias muy grandes que generamos muchos cotizantes futuros de pensiones…

Las familias numerosas mantendrán la categoría especial hasta el último hijo

El Tribunal Superior de Justicia de Madrid rechaza la pretensión de la comunidad de negar la categoría especial mientras los hijos siguen en el hogar. Así, las familias numerosas mantendrán su categoría hasta que el último de los hijos cumpla los 21 años o los 26 años si sigue estudiando.

El 18 de agosto de 2015 se publicó en el BOE la Disposición Final 5ª de la Ley de Infancia de 2015 donde se estipula que las familias numerosas podrán mantener el título, que incluye tanto la condición de numerosa como la categoría, ya sea general o especial, hasta que el último de los hijos cumpla los 21 años o los 26 años si sigue estudiando.

Sin embargo, según denuncian las asociaciones que representan a estas familias desde el primer momento las Comunidades Autónomas, encargadas de gestionar y tramitar dichos títulos, interpretaron que podían rebajar de la categoría especial (5 hijos o más) a la categoría general (3 y 4 hijos y 2 si al menos uno tiene una discapacidad mayor del 33%) discriminando así a los hijos pequeños frente a los mayores en los beneficios y ayudas por ser familia numerosa.

“Cuando la Dirección de Familia, que es el organismo de la Consejería de Políticas Sociales y Familia encargada de gestionar y tramitar los títulos de familia numerosa, empezó a denegar el mantenimiento de la categoría especial, la asociación junto a las familias elaboramos un modelo de reclamación para reivindicar lo que dice la ley. Al ser denegadas las reclamaciones, se interpuso un recurso contencioso administrativo que es el que ha estimado el TSJM el miércoles pasado”, cuenta Menéndez.

Ahora, la sección octava de la Sala de lo Contencioso Administrativo el Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha respaldado el recurso contra la resolución de 3 de junio de 2016 del director general de la Familia y el Menor y la Consejería de Políticas Sociales y Familia de la Comunidad de Madrid, que acordó denegar a los recurrentes el mantenimiento de categoría especial durante la vigencia de su título de familia numerosa.

Así, el tribunal ha decidido anular estas disposiciones “por no ser conformes a Derecho”, de tal forma que se mantiene “el título de Familia Numerosa, Categoría Especial, solicitado por los recurrentes”.

“La Ley 26/2015  dice que se mantiene el título hasta el último hijo y el título es la condición más la categoría, por lo tanto se mantiene la categoría también. Es lo que dice la ley y es lo justo para que no haya discriminación entre hermanos”, defiende la presidenta de la Asociación de Familias Numerosas de Madrid (AFNM), María Menéndez.

Con independencia de que la Dirección de Familia interponga recurso a esta sentencia y a la “expresa imposición de costas procesales”, la asociación instará a las familias a que presenten reclamación administrativa y a las que ya lo hicieron, que presenten un recurso contencioso en los mismos términos de la reclamación al mantenimiento de la categoría especial.

7/3/19

la vida es muy dura...

PD1: Ayer fue un día duro. Pero esa agradable sensación de haberlo hecho bien… Hoy a luchar por lo que venga. Cada día, una lucha, una batalla…

6/3/19

no hablar mal de nadie...

PD2: Ahora que empieza la Cuaresma, tiempo de penitencia, conviene hacerla desde el primer día. Te propongo que esa fea costumbre de hablar mal de los demás, nos la quitemos de encima al menos estos 40 días…
Ya sabes que me suelo confesar todas las semanas desde hace muchos años. Cuando era joven me acusaba del sexto… Después se me metió la soberbia en el cuerpo, esa desagradable sensación de pensar que somos mejores que los demás... Hubo una época que me confesaba siempre de lo mismo, de hablar mal de la gente. Pero, gracias a Dios, consigues corregirte, consigues evitar esos pecados repetitivos… Hace unos pocos años me acusaba de pensar mal de otros… Sí, de pensar, no de hablar mal… Cada vez lo voy logrando y llevo tiempo sin caer, viendo a los demás como son, con los mismos defectos que todos tenemos, como otros hijos de Dios, que seguro son mejores que yo mismo… Así que esta Cuaresma, hay que conseguirlo, que pasemos por el confesionario sin las viejas rutinas ya olvidadas…, que hagamos penitencia en el hablar, en el ver y en el pensar.

5/3/19

escribirlo en un post-it ayuda

PD1: Ayer me encantó lo que vi. Entré a cerrarle la persiana a una hija que tengo acabando la carrera con 21 añitos y vi que tenía un post-it pegado a la mesa con su intención por la siguiente hora de estudio. La compartía al cien por ciento. Se lo dije, que insistiera más horas de estudio con la misma intención. Es así de simple: escribes en un post-it por algo concreto que vas a hacer en la siguiente hora de estudio/trabajo, y tu esfuerzo en el trabajo o estudio sirve para algo más que aprobar o que te paguen… Es la generosidad de rezar por los unos y los otros, por cosas espirituales, por el bien para el otro… Tras hablar con ella un rato, salí del cuarto feliz.

4/3/19

hijos con grandes ideales

PD1: Estuve en Roma viendo a un hijo mío que trabaja ahí. Es una gozada ver como los hijos se desarrollan y hacen cosas importantes. Dejan de ser jóvenes ilusionados y se convierten en hombres con grandes ideales: un apoyo continuo de los padres que vamos envejeciendo. Es esa sensación de que los que nos siguen son mejores de lo que fuimos sus padres… Vuelvo muy contento.