18/6/19

confianza, sencillez y pedir

PD1: El Señor nos enseña a comportarnos como un hijo de Dios. Un primer aspecto es el de la confianza cuando hablo con Él. Pero nos advierte: “No charléis mucho” (Mt 6,7). Y es que los hijos, cuando hablan con sus padres, no lo hacen con razonamientos complicados, ni diciendo muchas palabras, sino que con sencillez piden todo aquello que necesitan.

Siempre tengo la confianza de ser escuchado porque Dios, que es mi Padre, me ama y me escucha. De hecho, orar no es informar a Dios, sino pedirle todo lo que necesito, ya que “vuestro Padre sabe lo que necesitáis antes de pedírselo” (Mt 6,8).

No seré buen cristiano si no hago oración, como no puede ser buen hijo quien no habla habitualmente con sus padres…

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