PD4: En este mes de difuntos, debemos plantearnos como nos enfrentamos a la muerte. A mí no me asusta. Los que ven a Dios como amor, que le ven misericordioso, que han empleado su vida en amar, en darse a los demás, en compartir…, esperan el abrazo de Dios en el día de su muerte. Van a la muerte sin dudas, sabiendo que conocerán el Amor de Dios y sabiendo que su vida no se acaba en los pocos años que hemos estado en la Tierra…
En mi caso, que he dado tantos abrazos a tanta gente, he estrechado tantas manos, he dado tantos besos de amistad y de amor, estoy plenamente seguro que el día que me muera, me dará el Señor un gran abrazo, uno fortísimo, y me enseñará todos los misterios de la vida y de su Amor. Veré a Dios y lo que hace en cada uno de nosotros. Y lo disfrutaré años y años, toda una segunda vida, recuperando mi cuerpo, que me gusta, sin esos achaques actuales, y supongo que estaré por ahí flotando, viendo todas las maravillas que van pasando y pasarán.
Hay aficionados a ciertas cosas que ven el cielo como una vida haciendo eso que más les gusta. Yo me veo más sentado en una nube, viendo el amor de Dios y como quiere a cada uno individualmente, como es de maravilloso el mundo que nos dio, y como será de buena la segunda vida en nuestro cuerpo no corrupto que nos dará…
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