PD9: La envidia produce odio. Nos movemos pensando en las cosas que tienen otros, casas, coches, tren de vida, cuerpo…, y nos quedamos insatisfechos de ver como somos. Esto nos incita a odiar al prójimo, cuando lo que tendríamos que hacer es no compararnos, aceptarnos como somos y lo que tenemos, y mucho menos odiar al poderoso, al jefe, al rico, al potentado… ¡Vivimos para amar, no para odiar!
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