PD1: Hay un peligro que nuestro corazón, con el paso del tiempo, se nos vaya endureciendo. A veces, los golpes de la vida nos pueden ir convirtiendo, incluso sin darnos cuenta de ello, en una persona más desconfiada, insensible, pesimista, desesperanzada... Hay que pedir al Señor que nos haga conscientes de este posible deterioro interior. La oración es ocasión para echar una mirada a nuestra vida y a todas las circunstancias que la rodean. Repasemos nuestra vida a la luz del Evangelio, para descubrir en cuáles aspectos necesitamos una auténtica conversión.
19/1/17
nos endurecemos con los años
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario