PD1: El evangelio de ayer fue contundente:
«Lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre. Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen las intenciones malas: fornicaciones, robos, asesinatos, adulterios, avaricias, maldades, fraude, libertinaje, envidia, injuria, insolencia, insensatez. Todas estas perversidades salen de dentro y contaminan al hombre»
Pues eso, que hay que poner remedio y que no salgan sapos y culebras de nuestro corazón, que miremos al prójimo con buenos ojos…
Por cierto, mañana me voy a mi retiro anual. Rezaré por todos.
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