PD1: Ayer me tocó turno de domingo con mi madre que está muy mayor. Vimos la Misa por la tele, como solemos hacer. El Obispo Demetrio de Córdoba es espectacular. La catedral impresionante. Y el evangelio nos pedía que al margen de cumplir los mandamientos, vendiéramos todo, se lo diéramos a los pobres y le siguiéramos. ¡Cuántos, en su vocación sacerdotal o por su consagración hacen esto! Aunque hay muchos que tenemos en la cabeza muy grabada la sobriedad y sabemos que ya alcanzamos el ciento por uno en la Tierra.
Es esa sensación de estar ya disfrutando del Reino de Dios, aunque no hayamos tenido el privilegio de verle todavía. Va a ser una gozada cuando le podamos ver cara a cara y sepamos cuanto nos quiere…
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