PD1: No esperes que todo cambie si sigues siendo la misma persona… De eso se trata la Cuaresma y la vida: de ser cada día mejor persona. Hay que convertirse, cambiar para bien, superarse…
Cuesta mucho cambiar, cuesta mucho convertirse. Se piden señales para creer, como entonces en los tiempos del Señor. Pero ya dijo que no habría más señales. Hay que abrir los ojos y ver su mano en todo lo que nos pasa, cada día… Y facilitar nuestro encuentro, dejarnos atrapar, que merece la pena. Sabernos hijos muy queridos de Dios nos da otra perspectiva a la vida diaria.
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