PD: Rezar por alguien es amar sin ser visto, sin audiencias ni aplausos, sin que se sepa, sin pensar en que nuestra oración le salve, cure o lo que sea…
Rezar es fortalecer al otro, abrazarlo invisiblemente.
Es una de las cosas más bonitas que se producen en nuestra intimidad con el Señor. Pedimos por unos y otros, por su bien espiritual y solo sabremos de sus frutos cuando nos muramos.
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