19/12/24

la verdadera riqueza

PD: A ojos humanos, aquella noche en Belén podría dar motivos para la desesperanza. Jesús nació rodeado de soledad, pobreza y frío; sin honores y sin comodidades: únicamente acogido por el cuidado amoroso de María y José, y el saludo de unos pastores. Sin embargo, Dios quiso entrar así en la historia humana. Y es en medio de esa fragilidad en donde se esconde la promesa de un futuro esperanzador. El nacimiento de Jesús transforma la oscuridad en luz, nos ofrece compañía y consuelo, nos indica dónde está la verdadera riqueza.

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