PD1: Estos días de enfermedad, me repetí muchas veces esa oración tantas veces hecha: “Lo que Dios quiera, cuando Dios quiera y donde Dios quiera.” Si me quería en una UCI con muchos dolores, ahí estaría, si quería llevarme con Él, estaba dispuesto. Si me quería mandar mucho sufrimiento, lo acepté con esperanza y confianza… Al final, conseguí que se moviera el camión que se había parado encima de mi y me dio un respiro. Mañana salgo del confinamiento…, quizás me de una vuelta por ahí, a ver si ha cambiado algo, que estoy harto de muy horrible cuarto, donde tantos paseos y rosarios he rezado estos días…
3/1/22
lo que Dios quiera...
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