PD1: Ayer hablaba de la necesidad de sentirnos queridos. Dios nos quiere a todos de manera inequívoca, al margen de lo desastres que podamos ser. Y nos quiere siempre, cada día. Es el amor más perfecto, nos quiere como a hijos que somos suyos. Nosotros le correspondemos o no, le da igual, nos sigue queriendo y nos perdona nuestros desmanes…
Es por esto por lo que hay que dar siempre gracias al Señor, por este amor continuo que fluye a nosotros y que no sabemos replicar. Qué difícil es querer a los demás como nos quiere Dios…, debemos intentarlo todos los días. Y darle muchas gracias siempre, ser muy agradecidos por sentirnos queridos por Él.
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