PD2: La oración es una dulce conversación entre el alma y su creador; es un comercio entre el cielo y la tierra: enviamos nuestras oraciones y nuestras buenas obras al cielo, y el cielo nos devuelve todas las gracias necesarias para santificarnos. Aprovechemos este domingo día del “Corpus”, del cuerpo y la sangre de Cristo para darle gracias por su presencia real en la Eucaristía.
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