PD: Imanol Ibarrondo dice:
“Toda persona puede ser, si se lo propone, escultora de su propio cerebro”. Ramón y Cajal
El cerebro funciona con hábitos y siempre elige automáticamente la opción a la que está más acostumbrado y menos energía le consume.
No le digas que no haga algo. Cuando intentas que inhiba un comportamiento lo refuerza. No sabe cómo olvidar… ¡pero sí sabe sustituir!
La única forma de modificar un comportamiento es sustituyéndolo por otro, poniéndole atención e intención hasta crear el nuevo hábito y consolidarlo.
Lo que digo yo: todas esas acciones repetitivas, se convierten en virtudes, si son buenas, o en vicios, si son malas. En ambos casos es difícil corregirlos. Hay que optar por el bien y generar hábitos buenos. Y es peor no tener habito alguno, pasar, no esforzarse ese mínimo que implica tener esa virtud…, por vaguería…
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