PD : Francisco nos pedía este Miércoles que “aprendamos a cultivar la virtud de la templanza, de modo que podamos controlar nuestras palabras y nuestras acciones para evitar conflictos inútiles y promover la paz en nuestra sociedad”.
Frente a un mundo hedonista, la templanza cristiana nos hace disfrutar verdaderamente de los bienes de este mundo. Hay que aprender a parar, a no quererlo todo, a saber decirle al cuerpo que no más. En todo: comida, bebida, sexo, Instagram, horas de móvil, y todas esas memeces que hacemos sin freno… Cuando sabes parar a tiempo, descubres que ese sacrifico mereció la pena…
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