23/5/25

juzgar a los demás

PD: Hay una especie de manía en España diferente a otros países: juzgar al prójimo. Siempre estamos pendientes de lo que hacen los demás, de cómo visten, de lo que tienen, de lo que dicen… Y endiosados que estamos, decidimos lo que está bien y que es lo que no nos gusta.

De ahí el postureo de muchos. Sabiendo de la afición española a juzgar, se posturea a todas horas para que el veredicto sea mejor…

Incluso, entre los cristianos practicantes, lo de juzgar es terrorífico… Cuanta gente que ves en Misa a diario está más pendiente de los demás, que de lo que pasa en el altar…

Juzgar mal es un acto de soberbia, de pensar que nosotros somos mejores, por tanto es pecado. También suele ser un acto de envidia, otro pecado. Y juzgar muy mal incluso es un síntoma de otro pecado mucho mayor: No matarás (5º mandamiento).

Es una delicia cuando te topas con la gente que no juzga a nadie, que acepta la idiosincrasia de los demás, que acepta a la juventud rebelde (nosotros ya lo fuimos), que no habla mal de nadie.

Hay que dejar a los demás que sean como son, o que hagan lo que quieran. No debemos tratar de que sean como pensamos que somos nosotros. Si les miramos como Hijos de Dios que son, les juzgaríamos menos…

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