PD: San Juan Crisóstomo dijo: “Mas que el pecado mismo, irrita y ofende a Dios, que los pecadores no sientan dolor alguno de sus pecados".
Se ha perdido el dolor de los pecados. Nuestra conciencia es tan laxa que no distingue el bien del mal…, y no importa lo que hace uno. Es un endiosamiento terrorífico, fuente de la mayoría de nuestros males
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