25/2/22

nos queda la Reina de la Paz...

PD1: María, Reina de la Paz, ruega por los ucranianos y por los rusos para que se liberen de Putin de una vez…

24/2/22

me tuve que confesar...

PD1: El otro día estuve de boda y, sin beber, no suelo porque me sienta fatal, me dediqué a parlotear como un loco… Pobres de mis oyentes, debieron pensar que era un pesado. Se reían, pero no hice más que hablar de mí, y no escuchar lo que me tenían que contar… Me tuve que confesar por soberbia, por falta de humildad… Se me fue la pinza y pensé que mis oyentes les interesaba mucho la cháchara que les daba. Menuda paliza recibieron… Fue un desastre. Pero gracias a Dios, que perdona siempre y nos da fuerzas para no volver a caer en los mismos errores, espero no repetir la hazaña de nuevo… Es mejor saber escuchar que machacar a los demás con nuestras miserias…

23/2/22

no ser quejicas...

PD1: No debemos quejarnos por todo. Si nos duele algo, se ofrece y se toma una pastilla. Si duele mucho, se va al médico. Pero si las quejas son porque no conseguimos algo, porque no soportamos el trabajo, porque los hijos no hacen lo que nosotros querríamos…, entonces hay que rezar para que se corrija esto. O dar gracias a Dios de lo malo que nos manda, que será por algo bueno para alguien.

22/2/22

conocer primero...

PD1: Ciertamente, en un orden lógico, para poder amar, primero se necesita conocer. Pero en la práctica, para poder conocer, previamente hay que amar…

La experiencia nos demuestra que es imposible llegar a conocer desde una postura de desafección.

21/2/22

no se debe dejar para mañana...

PD1: “Eres aquello que haces, no aquello que dices que harás” (Carl Jung) Y en temas espirituales, mucho más. No podemos dejar para cuando seamos mayores el tener una vida de oración… Hay que empezar de joven, no vaya a ser que, cuando seamos mayores, nos de pereza o no nos llegue el momento de empezar nunca…

18/2/22

regla de tres

PD1: Quien se salvará. Es igual que esta cachonda regla de tres:

Quien reza ---------->   se salva

Quien no reza------>   X

Despejando la X: no se salva

Hay mucha gente muy buena y caritativa, pero que no mira a Dios, no reza, no tiene Fe… ¿Se salvarán? Ni idea… Sería un tema de especulación sobre la misericordia infinita de Dios, que no quiero entrar…

17/2/22

por los de vida contemplativa...

PD1: Hoy quiero recordar a las personas de vida contemplativa. Hay tantas monjas y monjes, encerrados en sus conventos, dedicando su vida a apoyar a los demás, a pedir la intersección de todos nosotros ante el Señor, que de vez en cuando nos debemos acordar de ellos, ya que también necesitarán nuestros rezos…

Y podemos ser tan contemplativos como ellos, rezando y trabajando, como solemos hacer muchos cada día. Ofreciendo el trabajo por la mañana, teniendo la presencia del Señor en cada momento, volviendo los ojos a Él cada rato… Todas esas horas de trabajo y pesadeces las podemos hacer contemplativas, como los consagrados, dando lo mejor de cada uno para servir a los demás…

16/2/22

las Bienaventuranzas y los Ayes

PD2: El domingo pasado vi la Misa en la tele de posesión de Munilla de su nuevo obispado. Me encantó la homilía. Estaba lleno de curas y el nuevo obispo no la leyó, la fue contando y dando ideas prácticas para hoy y ahora… Es sobre las Bienaventuranzas y los Ayes… Espectacular. Te sugiero que la veas, son 15 minutos…

https://www.enticonfio.org/homilia/misa-de-recepcion-en-alicante/

14/2/22

en Orihuela...

PD1: Impresionante toma de posesión del Obispo Munilla en Orihuela, al que llegó en la mula Bartola... Te dejo su homilía que no tiene desperdicio:

Voy a compartiros unas reflexiones a modo de programa de vida para todos nosotros. Lo hago comentando un mensaje que envié a redes sociales recientemente, en el que se expresaba la siguiente triada: “Baila como si nadie te estuviese mirando. Ama como si nunca te hubiesen herido. Trabaja como si no necesitases dinero.”

1º.- “Baila como si nadie te estuviese mirando”:

¿Quién es mi público, quién es tu público? ¿Ante quién nos levantamos por las mañanas y nos esforzamos en el día a día? ¿A quién esperamos agradar y de quién confiamos obtener la aprobación de cuanto hacemos? ¿Acaso nos condiciona sobre manera que hablen bien o mal de nosotros? ¿Aspiramos a obtener el reconocimiento de este mundo? ¿Bailamos o dejamos de hacerlo, tal vez, dependiendo de quién nos mire o nos deje de mirar en cada momento?

Por ello, me atrevo a proponeros este ideal, y le pido a Dios la gracia de vivirlo yo mismo: ¡Baila como si nadie te estuviese mirando! En realidad, lo único importante es la mirada de Dios… ¡Las cosas son lo que son para Dios, y nada más!

En última instancia, actuar en conciencia es lo mismo que vivir en presencia de Dios, ya que nuestra conciencia no es otra cosa que la mirada latente de Dios en nuestra vida…

Bien podríamos hacer nuestra la conocida expresión del poeta Juan Ramón Jiménez, el autor de “Platero y yo”: “Ni el elogio me conmueve ni la censura me inquieta. Soy como soy. Nada me añade el aplauso y nada me quita el insulto”.

Pues bien, la experiencia nos demuestra que solo viviendo en presencia de Dios se puede actuar en conciencia. De lo contrario, la vanidad acaba siendo el motor de nuestra vida, o los miedos y temores al fracaso nos terminan por paralizar, o incluso nuestra propia autoestima se resiente gravemente, hasta el punto de hacernos entrar en profundas crisis de identidad.

Decía Santa Teresa de Calcuta aquello de: “Yo solo soy un lápiz con el que Dios escribe una carta de amor al mundo”. Esta gran verdad, solo puede decirla quien vive en la presencia de Dios.

2º.- Ama como si nunca te hubiesen herido:

Nuestra cultura arrastra muchas heridas, provocadas por habernos fallado profundamente los unos a los otros, y también por motivo de que nuestra fragilidad interior nos hace muy vulnerables a las faltas de delicadeza y de caridad de cuantos nos rodean…

Pero el Evangelio nos aporta una gran noticia: El corazón no es de quien lo rompe, sino que el corazón es de quien lo repara. Por lo tanto, nuestro corazón tiene dueño, y es el Corazón de Jesús.

Y por ello, nosotros no podemos quedar atrapados por las heridas del pasado, o por tantos episodios desgraciados que hayan sembrado la decepción y la desconfianza en nuestros corazones. No podemos actuar desde un amor propio herido. Estamos llamados a empezar de nuevo. El amor y la esperanza cristianas son capaces de reiniciarlo todo desde cero, sin permitir que las heridas del pasado nos descarrilen en el momento presente; más aún, abriendo nuestro corazón para dar una oportunidad a la sanación.

Amar a fondo perdido no es de tontos, sino que es de sabios. Jesús nos dijo aquello de: “no devolváis mal con mal, al contrario, venced el mal a fuerza de bien” y “amad a vuestros enemigos”, y ha llegado el momento de ponerlo en obra…

Soy consciente de que esto no será fácil, ya que vivimos en una cultura crispada… ¡Baste asomarse a Twitter! Hay poco espacio para el diálogo y para el encuentro de diferentes. A quien no piensa como nosotros hay que silenciarlo… Es la cultura de la cancelación que, por cierto, el Papa Francisco ha puesto al descubierto en su discurso de inicio de año ante el cuerpo diplomático internacional acreditado en la Santa Sede.

Por poner un ejemplo, recuerdo que en mi juventud solíamos repetir una máxima que por aquel entonces se consideraba revolucionaria: “Estoy en desacuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo”. O, dicho de otra forma, aunque yo no piense como tú, daría mi vida para que tú pudieses disfrutar de libertad de expresión…

A la vista está que aquel ideal quedó en el olvido, ya que en la actualidad se pretende imponer el pensamiento único de lo que se considera políticamente correcto… Y, por ello, pienso que estamos ante una oportunidad histórica única para mostrar ante el mundo que la Iglesia es un espacio de encuentro y diálogo en el que todo el mundo tiene cabida, tal y como estamos subrayando en la fase diocesana del Sínodo sobre la sinodalidad, sin que ello suponga ceder al relativismo; sino haciendo del encuentro entre diferentes un seudo ‘sacramento’ para la expresión del mandamiento cristiano del amor al prójimo.

¡Este es nuestro ideal!: Amar a todas las personas incondicionalmente, al mismo tiempo que creemos y predicamos la verdad revelada por Cristo.

3º.- Trabaja como si no necesitases dinero:

La tarea de la Iglesia se encuadra más en la categoría de la vocación que en la de la profesión…  (Y dicho lo anterior, tengo que matizar diciendo que todas las profesiones están llamadas a vivirse de forma vocacional). Pero una prueba inequívoca de que la evangelización es una vocación que está muy por encima de los parámetros socio económicos, es la invitación de Jesús a que llevemos a cabo nuestra labor en la pobreza evangélica.

Los medios materiales serán necesarios solamente en la medida en que nos ayuden a visualizar los valores del Reino de Dios. Estamos llamados a presentarnos ante el mundo, no apoyados en los medios humanos, sino en la fuerza del Espíritu Santo. No en vano la primera de las bienaventuranzas subraya la pobreza evangélica (“Bienaventurados los pobres de espíritu”), y es clave para poder vivir el primero y principal de todos los mandamientos (“Amad a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos”).

La pobreza evangélica no se refiere solamente al dinero –que también— sino a todo apego que nos impida tener un corazón desprendido para poder amar a Dios. Por ejemplo, es clave que vivamos la pobreza de ambiciones y de honores humanos.

La tarea de la evangelización requiere de nosotros que compitamos por ocupar el último puesto… De pelearnos –si tuviésemos que ‘pelearnos’ por algo—, lo haremos por ocupar el último puesto. Competiremos por coger la escoba y por servir a los más humildes. Cuando los pobres, los enfermos, los ancianos, los presos, los solitarios, los depresivos…llegan a cambiar nuestros horarios, planes, previsiones, el estado de nuestra cuenta corriente, entonces habrá entrado Jesús en nuestra vida. Dios nos libre de los criterios mundanos que hacen infecunda la tarea de la evangelización.

11/2/22

recemos por los enfermos

PD1: Hoy es el día de la Virgen de Lourdes. Recemos en particular por los enfermos. Hoy con más intensidad. Yo tengo una lista que pongo en la patena de mi Misa diaria. Y siempre incluyo los que no conozco, los que han sufrido por el virus, y los que están enfermos de otras cosas que andan bastante abandonados sin atreverse a acercarse a un hospital… Hoy podemos hacer mortificaciones por los enfermos, para que el Señor, que es muy misericordioso, se apiade de ellos. Y nosotros, con nuestra Fe, podemos mover montañas…

Y muchas felicidades a todas las Marías con esta advocación…

10/2/22

igual que hace 2000 años...

PD1: Ayer fue impresionante el evangelio:

«Oídme todos y entended. Nada hay fuera del hombre que, entrando en él, pueda contaminarle; sino lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre. Quien tenga oídos para oír, que oiga».

Y cuando, apartándose de la gente, entró en casa, sus discípulos le preguntaban sobre la parábola. Él les dijo: «¿Así que también vosotros estáis sin inteligencia? ¿No comprendéis que todo lo que de fuera entra en el hombre no puede contaminarle, pues no entra en su corazón, sino en el vientre y va a parar al excusado?» —así declaraba puros todos los alimentos—. Y decía: «Lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre. Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen las intenciones malas: fornicaciones, robos, asesinatos, adulterios, avaricias, maldades, fraude, libertinaje, envidia, injuria, insolencia, insensatez. Todas estas perversidades salen de dentro y contaminan al hombre».

Hace 2000 años ya ocurría lo mismo… Además, hay que tener mucho cuidado con lo que sale de nuestra boca, que no moleste a los demás…

9/2/22

saberse amado

PD1: La verdadera autoestima no se funda en hacer muchas cosas, ni en lograr éxitos, ni en la apariencia física…, sino en saberse amado incondicionalmente. Esa sensación que tenemos los cristianos de que hay un Dios que nos quiere con locura a cada uno de nosotros, estemos como estemos, hayamos hecho lo que hayamos hecho…

8/2/22

mirada hacia el cielo

PD1: Somos tan soberbios que pensamos que todo lo hacemos por nosotros. No levantamos los ojos a Dios, le apartamos de nuestra vida mundana y ajetreada, y solo pensamos en llenar el buche y divertirnos…, como si no existiese.

7/2/22

no debemos juzgar nosotros a los demás

PD1: El otro día el Papa nos recordó que no debemos juzgar, sino aceptar al otro como es, verle como otro Hijo de Dios… Dijo: No juzguen, nos dice Cristo. Cuántas veces, en cambio, no sólo hablamos sin tener elementos o de oídas, sino que nos consideramos en lo correcto cuando somos jueces rigurosos de los demás. Indulgentes con nosotros mismos, inflexibles con los demás.

3/2/22

misericordia al encuentro...

PD1: El Señor iba regalando misericordia allá por donde iba, al encuentro. No buscaba a las personas, sino que le iban apareciendo en el camino… Nosotros igual. Todos los días nos vamos encontrando con unos y otros, nos llaman y nos piden que recemos por alguien enfermo, o por algún fallecido. Nos enteramos de gente que necesita algo… Es ahí donde tenemos que ser misericordiosos, donde aparece, todos los días, cuando nos sale al encuentro…, como Él.

2/2/22

levántate!!!

PD1: Ayer leíamos la resucitación de la hija de Jairo… ¡A ti te lo digo, levántate! No se lo decía solo a la niña de 12 años, sino que nos lo dice hoy a todos nosotros. Que nos levantemos y hagamos algo positivo, que no podemos esperar a que sean otros los que hagan lo que tenemos que hacer nosotros…

Lo que nos cuenta Dios en los evangelios es para ahora. Están escritos para nosotros, no para los de entonces…

1/2/22

contamos nuestra experiencia en el trato con el Señor

PD1: Hace unos días el Señor mandaba a sus discípulos, de dos en dos, a que la gente conociera lo que había pasado. Es la misión que tenemos todos los que hemos recibido el Bautismo. No contaban, no contamos las normas, lo que se puede o no se puede hacer, lo prohibido y lo permitido… Contamos nuestra experiencia de amor, lo que nos ha transformado, lo que hacemos todos los días y lo que nos va bien…

Cuando hacemos apostolado, no les contamos a nuestros amigos los mandamientos o las oraciones que tiene que hacer… Intentamos trasmitirles el amor y nuestra experiencia de cuando nos llegó la fe. Les intentamos enseñar a rezar, a hacer oración mental, porque nos ha servido a nosotros… Les contamos nuestra experiencia vital en el trato con el Señor.