28/2/19

alcanzar la felicidad en esta vida

PD1: Ante un mundo que se complace en el vicio y en el egoísmo como fuente de felicidad, el Señor nos muestra otro camino: la felicidad del Reino del Dios, que el mundo no puede entender, y que rechaza. El cristiano, en medio de las tentaciones que le ofrece la “vida fácil”, sabe que el camino es el del amor que Cristo nos ha mostrado en la cruz, el camino de la fidelidad al Padre, el camino del amor al prójimo. Sabemos que en medio de las dificultades no podemos desanimarnos. Si buscamos de verdad al Señor, alcanzaremos la ALEGRIA y la PAZ.

27/2/19

renunciar a nuestra voluntad...

PD1: Hay que hacer lo que el Señor nos dijo: amarnos unos a otros. Esto es lo que se supone tenemos como meta, aunque se nos olvida muchas veces. Darse, servir... El Santo Cura de Ars, Juan María Vianney dijo: «Cada vez que podemos renunciar a nuestra voluntad para hacer la de los otros, siempre que ésta no vaya contra la ley de Dios, conseguimos grandes méritos, que sólo Dios conoce».

26/2/19

a todos

PD1: A los que nos aman y a los que ni conocemos:

La caridad nos lleva a amar, en primer lugar, a quienes nos aman, ya que no es posible vivir en plenitud lo que leemos en el Evangelio si no amamos de verdad a nuestros hermanos, a quienes tenemos al lado. Pero, acto seguido, el nuevo mandamiento de Cristo nos hace ascender en la perfección de la caridad, y nos anima a abrir los brazos a todos los hombres, también a aquellos que no son de los nuestros, o que nos quieren ofender o herir de cualquier manera. Jesús nos pide un corazón como el suyo, como el del Padre, que no tiene fronteras y recibe a todos, que nos lleva a perdonar y a rezar por nuestros enemigos.

25/2/19

no tenemos nunca tiempo para lo importante, ¿o sí?

PD1: Decimos frecuentemente: ¡No tengo tiempo! Estamos ocupados con el trabajo del hogar, con el trabajo profesional, y con las innumerables tareas que llenan nuestra agenda. Con frecuencia nos creemos dispensados de la oración diaria. Realizamos un montón de cosas importantes, eso sí, pero corremos el riesgo de olvidar la más necesaria: la oración. Hemos de crear un equilibrio para poder hacer las unas sin desatender las otras.

San Francisco nos lo plantea así: «Hay que trabajar fiel y devotamente, sin apagar el espíritu de la santa oración y devoción, al cual han de servir las otras cosas temporales».

22/2/19

no se debe repetir NUNCA

PD1: Ayer me sorprendí en el telediario cuando vi lo extendida que ha estado los abusos sexuales en la iglesia. Es inadmisible. Ya han pedido perdón, aunque a las víctimas no les vale. A mí, tampoco. Demasiados años ocultándonos un severo problema. Vergüenza a contarlo, miedo ante el poder clerical… Sí, ya sé que en la iglesia hay demasiadas personas y algunos pueden salir ranas… ¡Ha habido tantos! No me había figurado de tamaña magnitud. No sé lo que van a terminar decidiendo, espero que sean muchos los cambios. No se debe repetir NUNCA. Me uno al Papa con mis oraciones y confío en que sea muy, pero que muy agresivo y cercene esta lacra, esta locura anticristiana.

21/2/19

es nuestro Padre

PD1: Dios es nuestro Padre, según el Papa Francisco:

Aunque hayamos tenido unos buenos padres nuestra experiencia familiar no es suficiente para entender esta paternidad, porque sabemos que todo lo humano, también el amor, es imperfecto ya que está sujeto al egoísmo personal y a los límites propios de nuestra condición de hombres y mujeres.

Todos somos “mendicantes de amor” y experimentamos un gran deseo de amar y ser amados; pero al mismo tiempo encontramos que nuestro amor humano es débil e inconstante; es una promesa difícil de mantener, un intento que se seca rápido y se evapora, «como una nube mañanera, como el rocío que al alba desaparece», dice el profeta Oseas.

En cambio, el amor de Dios, nuestro Padre que está en los cielos, es diferente. Es un amor cercano, total y fiel; destinado a todos y a cada uno. Y aunque todos nuestros afectos terrenos se esfumaran, incluso el amor de nuestros padres, el amor de Dios permanece siempre. Es un amor del que no podemos dudar, porque la experiencia fundamental del cristiano es la certeza de saber que somos sus hijos amados.

20/2/19

somos fariseos...

PD1: Cuántas cosas oímos en Misa que creemos no van con nosotros. Cuando habla Jesús a los fariseos, NUNCA nos identificamos con ellos… Y la realidad es bien distinta. Quizás nosotros, “católicos practicantes”, habiendo disfrutado muchas veces de la misericordia de Dios en sus sacramentos, estamos tentados a pensar que, por eso que hacemos, Dios nos mira bien. Corremos el peligro de convertirnos inconscientemente en el fariseo que se cree superior. Pensar que somos mejores, por tener prácticas religiosas, es la gran mentira de estos días.

Aunque no lo digamos en voz alta, quizás pensemos que estamos libres de culpa ante Dios. Algunos síntomas de que este orgullo farisaico echa raíces en nosotros son: la impaciencia ante los defectos de los demás, o pensar que las advertencias nunca van para nosotros.

En el evangelio del otro día, los fariseos le pedían al Señor que hiciera un signo delante de ellos… Hoy y ahora, la gente para convertirse sigue pidiendo lo mismo, tocar y ver, si no, no se puede creer.

19/2/19

rezar mientras trabajas..., ofreciendo el trabajo

PD1: Cada mañana, ofrezco todo lo que se voy a hacer. Es una bonita forma de rezar, sin que te estés dando cuenta que lo haces, mientras trabajas. Puedes trabajar por puro amor al arte (al dinero que te pagan mejor dicho). O puedes ofrecerlo por una buena causa…, por la conversión de este, por la enfermedad del otro… Así, el esfuerzo de nuestro trabajo es todavía mucho más productivo.

Adicionalmente, te puedes ir acordando de ir ofreciendo lo que vas haciendo durante las pausas que nos va dando el trabajo…, vas manteniendo viva la llama. Podríamos trabajar bien solamente…, sería lo suyo. Solamente, al ofrecer el trabajo, conseguimos rezar por alguien mientras estamos ocupados.

18/2/19

trancazo...

PD1: Hoy estoy muy flojito. Me he pillado un trancazo de no te menees. En estos momentos de debilidad física, me cuesta mucho más mis prácticas de piedad habituales. El cuerpo lucha por volver a la normalidad y mi cabeza la dejo en manos del Señor… Y como siempre, todo lo malo es para algo bueno, que no sabemos. Quizás lo bueno sea que no me pillaré otro trancazo hasta el año que viene, si Dios quiere…

15/2/19

porque la quiero

PD1: Ayer, porque la quiero, llevé a mi mujer a cenar a un sitio bueno. Sí, era el día de los enamorados y tal. Hablamos de nosotros, de los 31 años que llevamos juntos y de lo que nos queda por delante… Nos contamos nuestras cosas. La única pena, que solo haya un día de los enamorados. Ya podían haberlo hecho trimestral!!!

14/2/19

salir de las misas rutinarias...

PD1: Siguiendo con la explicación de ayer de la Misa del retiro, nos contó el cura que mucha gente va a Misa sin vivirla, sin que el Señor entre en su corazón, sin que le sirva para nada. Es como cuando los primeros cristianos estaban impasibles en el calvario viendo como lo crucificaban, cuando no entendían nada de lo que les decía, cuando no lo reconocían y le mataron.

Cuántas veces en la Misa, que se hace lo mismo que se hizo entonces, miramos al cura y su evolución, escuchamos y respondemos lo que le toca al pueblo, y no nos pasa nada. Estamos fríos y enrutinados. Nos parecemos a esos primeros cristianos que no se coscaban de nada…

Hay que tratar que cada Misa que vamos, tengamos la oportunidad de lograr una gran intimidad con el Señor (nos lo comemos!!!), de reconocerle, de dejarle que actúe en nosotros, de ofrecernos, de estar un rato con Él, de que nos sirva para algo… Hay que dejar de ser espectadores, de vivir y estar presente en lo que ocurre en cada Misa…

Cuántas misas son un folclore del cura personalista y que tanto nos distraen. Evitémoslas. Qué gozada cuando lo importante es lo que allí ocurre, no las formas. Y qué importante es cuando nos metemos dentro de la Misa y salimos de la rutina de saber que eso ya lo conocemos…

13/2/19

explicación de la Misa

PD1: Ayer tuve mi retiro mensual. Una hora donde el cura nos hace la oración… Nos explicó la Misa. No es un recuerdo, es la misma cena del Señor que se vuelve a hacer presente en la consagración, que vuelve a morir en la cruz en cada Misa que se celebra, que resucita para redimirnos de nuestros pecados…, y que nos manda al Espíritu Santo. Esto ya lo sabíamos todos. Pero nos contó algo nuevo que no, los momentos de la Misa que reflejan cada cosa:

Las lecturas y el evangelio nos traslada a esos tres años, nos hace estar presentes junto a Él, nos convierte en testigos de esos momentos, como si estuviéramos allí.

En la consagración se repiten sus palabras en el tabernáculo. El pan y el vino se convierte en su cuerpo y sangre que luego nos comeremos para tener verdadera intimidad con Él.

Cuando se dice "por Cristo, con Él y en Él, a ti Dios Padre…", es cuando ya colgado en la Cruz, después de una plegaria de oraciones y agradecimientos, muere.

En el momento que el cura mete un trozo de Hostia consagrada en el vino, que refleja la fundación de la iglesia, es cuando resucita.

Después comulgamos y, en la bendición final, nos hace apóstoles y nos manda al Espíritu Santo…

Ha sido muy bonito saber y reconocer cada momento de la Misa y recordar, lejos de la rutina de haber ido a tantas misas, que lo que ocurre en la Misa es maravilloso y que es lo mejor que nos dejó el Señor.

12/2/19

¿nos deteriorarmos?

PD2: Al hacer oración diaria, queremos oír lo que nos dice el Señor. Pero muchas veces solemos llenar ese momento con cosas nuestras y no le escuchamos…

Además, con el paso de los años, los golpes de la vida, nos endurecen el corazón, nos hace más desconfiados, insensibles, pesimistas, desesperanzados. Debemos pedirle al Señor que nos haga conscientes de este posible deterioro interior y que nos traiga la paz y alegría para mostrarla.

8/2/19

odio...

PD1: En España, gracias a los políticos, cada vez hay más enemistad entre unos y otros. Ha vuelto el odio, el no aguantar lo que leemos ya que es impresentable. ¿Dónde está el amor al prójimo? Vemos que destruyen lo que más queremos y no nos gusta nada. Nadie cede. No se sabe qué hacer para salir de este entuerto de animadversión. Unos querrían verlos a los otros en la cárcel para siempre… Otros no quieren volver a vernos nunca… Esto es odio, que puede terminar mal… No me gusta, no sé cuál será el final, pero no pinta nada bien.

Y no hablo de que vaya a haber una guerra, no creo que tras la que ya vivimos sea una opción. Lo que sí pienso es que el odio irá en aumento… Y eso no es cristiano.

7/2/19

6/2/19

ventajas de tener fe: se duerme mejor...

PD1: Para dormir, no tengo problemas. Me caigo en Morfeo en dos patadas… ¿Será que tengo mucha fe? Lo que sí sé es que, a pesar de las muchas preocupaciones que tengo siempre, las dejo en manos del Señor a la hora de irme a la cama…

El que tiene fe duerme mejor

Así lo demuestra el estudio “La calidad del sueño y el papel de amortiguación del estrés de la participación religiosa: un análisis de moderación mediada

La mayor parte de nuestros insomnios son por darle vueltas a las cosas: los negocios, los hijos, las deudas, los exámenes, el dinero, la salud, las amistades. Algo en nuestro interior, mientras damos vueltas en la cama, nos pide calma. Y la calma no llega. Hasta que nos acordamos de Dios.

Un estudio publicado recientemente en el Journal for the Scientific Study of Religion (JSSR) demuestra lo anterior, es decir que una fe fuerte podría ser la clave para una buena noche de sueño. O para una buena vida con descanso nocturno reparador.

Más rápido, más profundo, mejor

Los investigadores descubrieron que “aquellos que creen en la salvación y sienten que tienen una relación inquebrantable con Dios”, tienden a dormir más tiempo (las necesarias 7 u 8 horas de sueño profundo, se duermen más rápido, alcanzan un buen sueño, se relajan y se sienten más descansados por la mañana gracias a la horas de sueño disfrutadas.

El estudio, que lleva por nombre “La calidad del sueño y el papel de amortiguación del estrés de la participación religiosa: un análisis de moderación mediada”, fue realizado por la Escuela de Sociología de la Universidad de Arizona (Estados Unidos) y publicado por el JSSR.

Terrence D. Hill, profesor asociado de la Escuela de Sociología de la Universidad de Arizona y coautor del estudio dijo que, en realidad, los hallazgos de esta investigación multidisciplinaria, “no le sorprendieron” .

Hill subrayó que “si crees que un poder superior está ahí fuera cuidándote, entonces lo que estás pasando ahora es temporal. Estas experiencias mundanas son temporales”. Según este investigador, las creencias religiosas firmes ayudan a sentir menos estrés y ansiedad al dar un sentido de esperanza a la vida, al reducir la tristeza y al tener un mejor estado anímico. Todo ello ayuda pues a dormir mejor y a tener buenas noches.

Arma letal en contra del estrés

El autor principal del estudio es Christopher G. Ellison, profesor de sociología en la Universidad de Texas en San Antonio. Su investigación, explicó Hill, “también muestra que la religión puede promover indirectamente el sueño al protegerse contra otros factores de riesgo, en este caso, el estrés”.

Según la Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos, las personas tienden a estar demasiado estresadas a la hora de ir a la cama. Les cuesta dormir cuando no pueden dejar de pensar en sus preocupaciones y frustraciones. La falta de relajación hace que experimenten tensión muscular. El sosiego no llega, aumenta la frecuencia cardíaca, lo que también agrava tensión física y la fatiga.

La religión puede ayudar con estas tensiones al reunir a personas que comparten creencias comunes de manera regular, lo que genera solidaridad y un sentido de propósito compartido. Los miembros de la Iglesia también tienden a prestarse asistencia mutua y promover prácticas de afrontamiento positivas, según el nuevo estudio. En definitiva, la ayuda recibida y la actitud positiva con la que afrontan y comparten la vida quienes tienen fe es reconfortante y evita desvelos

“Por todas estas razones, es plausible que los feligreses regulares experimenten menos agitación a raíz de los eventos negativos de la vida y, en última instancia, una mejor calidad de sueño”, dice el informe.

Comunidad, solidaridad, oración

El estudio también encontró, sin embargo, que uno no necesariamente necesita una comunidad religiosa para reducir el estrés. Una práctica religiosa no organizativa, como la lectura frecuente de las Escrituras, la oración y la meditación, también puede reducir el estrés y facilitar un sueño sano y reparador, siempre que el individuo se sienta seguro en el apego a Dios y el lugar de la persona en la vida eterna.

“Los creyentes pueden ser incapaces de comprender por qué les ha sobrevenido una desgracia, pero, sin embargo, pueden dormir mejor por la noche sabiendo que el universo está bajo la vigilancia de una deidad que, al final del día, sigue muy preocupado por el bienestar del mundo y sus habitantes”, concluye el estudio.

Si eres de los que disfrutan del tesoro de la fe, no te olvides de tu ángel de la guarda antes de ir a dormir pues él también contribuirá a que tengas unos dulces sueños.

5/2/19

lista de cosas para hacer

PD1: Como siempre, me gustan las listas. No para poner en la nevera, sino para ponerlas en práctica. Mira ésta que buena es, para estar más saludable, física y mentalmente:

Healthy list:

1. Get more sleep

2. Find time to exercise

3. Drink more water

4. Eat less sugar

5. Be more patient

6. Read and write more

7. Remove clutter

8. Stay connected with friends

9. Don't respond to negativity

10. Forgive first

11. Laugh more

12. Stay calm

Todos muy buenos. Me apunto a hacerlos. Aunque, como siempre, le falta el más importante: rezar más…, que debería ir el primero.

4/2/19

el amor...

PD1: Ayer en Misa tocó la carta de Pablo a los Corintios. Tan conocida de las bodas, pero tan bonita. Es la mejor definición del amor que nos tenemos que dar entre nosotros:

Ambicionad los carismas mayores. Y aún os voy a mostrar un camino más excelente.

Si hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, pero no tengo amor, no sería más que un metal que resuena o un címbalo que aturde.

Si tuviera el don de profecía y conociera todos los secretos y todo el saber; si tuviera fe como para mover montañas, pero no tengo amor, no sería nada.

Si repartiera todos mis bienes entre los necesitados; si entregara mi cuerpo a las llamas, pero no tengo amor, de nada me serviría.

El amor es paciente, es benigno; el amor no tiene envidia, no presume, no se engríe; no es indecoroso ni egoísta; no se irrita; no lleva cuentas del mal; no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad.

Todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.

El amor no pasa nunca.

Las profecías, por el contrario, se acabarán; las lenguas cesarán; el conocimiento se acabará.

Porque conocemos imperfectamente e imperfectamente profetizamos; más, cuando venga lo perfecto, lo imperfecto se acabará.

Cuando yo era niño, hablaba como un niño, sentía como un niño, razonaba como un niño. Cuando me hice un hombre acabé con las cosas de niño.

Ahora vemos como en un espejo, confusamente; entonces veremos cara a cara. Mi conocer es ahora limitado; entonces conoceré como he sido conocido por Dios.

En una palabra: quedan estas tres: la fe, la esperanza y el amor. La más grande es el amor.

En este mundo donde la gente mayor se comporta como adolescentes, es el ideal a seguir. Y si cambias el mensaje y no consideras lo referente a amar a otros sino amar a Dios, sirve también este mensaje tan claro.

1/2/19

¡Ve a María!

PD1: Hoy que es su fiesta, sirve para recordar lo que decía San Juan Bosco:

''¿Te preocupa algo?

¡Ve a María!

¿Tienes miedo?

¡Ve a María!

¿Te sientes culpable?

¡Ve a María!

¿Estás feliz?

¡Ve a María!

Cuando María ruega, todo se obtiene, nada se niega.''