20/4/18

Misa diaria

PD1: Acercarnos al Señor cada día yendo a Misa. ¡Es la cosa más sencilla en el mundo!: simplemente, asistir a la Misa; rezar y recibir su Cuerpo. Cuando lo hacemos, no solamente poseemos esta nueva vida, sino que además la irradiamos sobre otros.

El Papa Francisco dijo: “Así como es lindo después de comulgar, pensar nuestra vida como una Misa prolongada en la que llevamos el fruto de la presencia del Señor al mundo de la familia, del barrio, del estudio y del trabajo, así también nos hace bien pensar nuestra vida cotidiana como preparación para la Eucaristía, en la que el Señor toma todo lo nuestro y lo ofrece al Padre”.

Hacer del día una Misa, lo anterior una preparación, un ofrecimiento, y después, una acción de gracias continuada…

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