25/1/19

cosas de las que no se puede hablar

PD2: Siempre se dice que no se puede hablar de política, de dinero (herencias) ni de religión en las familias, para evitar malos rollitos… Discrepo. En esta vida lo mejor es hablarlo todo, hasta la saciedad, que la gente sepa lo que hay, les guste o no… Y hablarlo no es gritarlo!!! Y fuera de casa, lo mismo:

"Es mejor no hablar de esto"

BY ANTONIO ARGANDOÑA

A menudo oímos esta expresión en las organizaciones: "es mejor no hablar de esto". Pasa en las familias, empresas, clubes, grupos de amigos… Según de lo que se trate, puede ser una práctica prudente. A menudo es una forma de "silencio ético", de efectos negativos. En las empresas, por ejemplo, es frecuente cuando la cultura dominante es la de maximizar el valor para el accionista, cueste lo que cueste y caiga quien caiga. O cuando se aplica el código a rajatabla: el que la hace, la paga, y el que discrepa, que se marche.

¿Por qué se produce ese silencio moral? Peter Verhezen lo explica en un artículo en el Journal of Business Ethics de 2010 (aquí, en inglés). Hay causas culturales: por ejemplo, el paradigma de la maximización del beneficio, mencionado antes, porque no deja espacio para cualquier cuestión moral, que no sea actuar siempre para maximizar el rendimiento económico. O la cultura de lealtad a los jefes: el que se mueve, no sale en la foto.

Hay razones organizativas. Es frecuente que en una empresa se bloquee el disenso: no está permitido discrepar, "no eres uno de los nuestros" si no estás de acuerdo -algo que se practica, a menudo, con los recién incorporados, para que aprendan a decir "sí, jefe" desde el primer día. O que la responsabilidad y la rendición de cuentas funcionan de arriba abajo, sin apartarse la línea jerárquica, que no deja margen para pensar de otra manera. O porque hay barreras para la comunicación horizontal: con los del departamento de al lado, ni se habla. O porque se bloquea al aprendizaje en la organización: somos los mejores; qué suerte has tenido al caer aquí, chaval; todos te apoyaremos… En los procesos de socialización, es frecuente esa manera de "meter" en el equipo a las personas, para evitar que piensen por su cuenta.

Y hay también, claro, razones personales. Cuando uno no se encuentra seguro, cuando tiene mucho que perder si no es admitido en el grupo, cuando uno no tiene una formación suficiente sobre temas morales… mejor es no decir nada, no levantar la voz…

Y así llegamos a la cultura del silencio: ante un abuso, nadie dice nada; ante una política que, al menos, es discutible, nadie pide aclaraciones; si uno tiene sus propios ideales morales, no los presenta; uno no da feed back de sus propias decisiones… Y lo malo de la cultura del silencio es que uno se hace cómplice de las acciones que otros llevan a cabo.

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