11/12/20

lento a la cólera y rico en piedad

PD1: Ayer repetimos varias veces en el salmo: "El Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad". Lo define a la perfección. Aunque algo sí que se encolerizó cuando echó a los que trapicheaban en el templo. Nosotros, en el afán de imitarle, sabemos que debemos ser menos coléricos, con los hijos, con los cuñados si es que les vemos… Y debemos ser más clementes y misericordiosos con los que tenemos cerca. No pretender que hagan las cosas como nosotros queremos.

Y, por encima de todo, debemos ser más ricos en piedad, en amor…, quererles a todos, hasta los pesados, querer a los que nos tratan mal, a los "enemigos", si es que los tenemos, a los vecinos ruidosos… En definitiva, ser más amables…

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