8/11/23

Hijos de Dios

PD: Te he hablado muchas veces la bondad de ser Hijo de Dios. Nos protege, nos mima, nos cuida, nos quita los miedos, nos da la esperanza. Se es Hijo de Dios desde nuestro Bautismo. Es por eso por lo que no se pueden dejar de bautizar a los niños que nacen.

Hay una anécdota muy bonita de cuando eligieron al Papa Juan Pablo II. Su primer viaje fue a su pueblo natal en Polonia. Celebró la Misa en la pequeña iglesia del pueblo. Iban entrando los monaguillos, curas, obispos y, por último, el Papa nuevo. Nada más entrar, se salió de la fila y se arrodillo en la pila bautismal de la iglesia. No estaba preparado esto. Y se quedó no un minuto, ni dos ni tres… Se puso de rodillas y se quedó así 16 largos minutos dando gracias por su bautismo, por haber empezado ahí el ser Hijo de Dios…

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