12/12/14

cada hora de trabajo, ofrecida, es una hora rezada

PD2: Cuántas veces pensamos que no tenemos tiempo para rezar. ¡Qué equivocados estamos! Si cada vez que nos levantamos ofrecemos todo el día, todo lo que vamos a hacer, ya estamos rezando. Cada hora de trabajo profesional, cada hora de estudio (los estudiantes), cada hora de trabajo doméstico, desde que llegamos a casa hasta que nos acostamos (criar a los hijos y formarles es un trabajo también), cada hora de todo lo que hacemos al cabo del día, si está ofrecido, es una hora de oración. Así que hay que hacer las cosas muy bien hechas, no le vamos a ofrecer a Dios trabajos mediocres, chapuzas…, Y todo estas horas de trabajo, todas esas horas de estudio, todo ese tiempo son horas de oración. Se puede pedir por cosas concretas, o puede ser de alabanza a Dios y de acción de gracias… Así que no me digas que no tienes tiempo de rezar, ofrece a Dios tu trabajo por algo, pero que no sea por ganar más dinero…

No hay comentarios:

Publicar un comentario