5/2/15

sacrificios y mortificaciones

PD1: La palabra sacrificio es errónea. Significa hacer sagrado algo. Cuando el Señor vino a la Tierra dijo que no quería que se le siguiera ofreciendo a Dios más sacrificios de animales. La costumbre era que se mataban y quemaban animales en ofrenda a Dios para pedirle clemencia… El último sacrificio fue el propio Hijo de Dios que muere en la cruz para salvarnos. Es un acto sagrado.

Confundimos los sacrificios actuales con lo que de verdad son. Cuidar un enfermo es un sacrificio, es algo sagrado, es una obra de caridad, de amor hacia el prójimo. Si luego acabas cansado o si empleas mucho tiempo y esfuerzo es una consecuencia de este acto sagrado, de amor.

Otra cosa es la mortificación como medida de refuerzo a la oración. Si quieres pedirle algo a Dios, para que una persona encuentre trabajo, por un enfermo, por alguien que ha perdido la fe, puedes hacer oración y pedírselo a Dios, y si haces pequeñas mortificaciones ayudan en esta petición. Las mortificaciones pueden ser variadas: retrasar un pitillo, café sin azúcar, esa sonrisa al pesado, no hablar mal de nadie, no apoyar la espalda al sentarse en una silla, ser simpático cuando lo que te apetece es despotricar… Esas mortificaciones apoyan la oración, te ayudan a tener más presencia, durante el día, de Dios, te ayudan a hacer una oración continua…, pero no son sacrificios.

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