29/5/12

hay que seguir intentándolo...

PD8: Nos pasamos la vida criticando al que se nos cruza por medio. Juzgamos comportamientos de lo que vemos: les juzgamos por su apariencia, por su filiación, por sus gustos. Nos encantaría que todos fueran como nosotros. Ay…, no aprendemos. Y yo el primero. ¡Qué poca caridad con el prójimo! Es tremendo. Cuando les teníamos que ver como son, con sus defectos y sus virtudes, sin pretender que fueran como nosotros. ¡Qué aburrimiento si fuéramos todos iguales! Cada uno aporta a la sociedad lo que puede. Cada uno es como es, aunque ni nos guste su afinidad política, ni su religión, ni su profesión, ni sus costumbres, ni su educación, ni lo que hace… Sabernos Hijos de Dios nos debería ayudar, sabernos que ese que bien es negro renegrío, o sucio, o maleducado, o radical, o perroflauta, o lo que sea, ese es hermano nuestro y Dios lo quiere tanto como me quiere a mí. Y yo, a pesar de los pesares, le debería querer tanto como a mi mujer y mis hijos… Aunque cuesta, eh… Keep trying… Lo conseguiremos. Yo, que llegué a ser racista y me gustaban muy poco los negros, me encanta cuando les tengo que dar la paz en Misa. A todo nos debemos acostumbrar, a querer al prójimo, a todos…

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