10/6/13

hogares alegres y luminosos

PD8: La familia de mi mujer es de Granada y tiene esa tendencia peculiar de tener las persianas bajadas para que entre menos sol y optar así a que la casa esté más fresquita. A mí, en cambio, me gusta que entre la luz a raudales, que se aproveche el sol a tope y que las ventanas estén abiertas a rabiar. Acierta ella ya que si no entra calor, pero yo también…, es muy importante la luz natural. ¡Hay que tener los hogares luminosos y alegres! Y eso viene a cuento de la luz y del gracejo. No es que seamos muy chistosos, pero nos desenvolvemos bien en el arte de hacer reír al personal. Qué importante es que en la casa de cada uno se oigan carcajadas de alegría. Sí, nos pasa de todo en estos días, pero si lo miramos con visión trascendental, esto nos durará bien poco. La eternidad, que es lo que nos tenemos que ganar, es muy larga… Me encanta esos días de chispa donde todos se ríen por memeces, donde se hacen gracietas, donde nos contamos cosas divertidas y se te saltan las lágrimas de risa. Estos hogares luminosos y alegres hacen que, o bien los vecinos se cabreen, o tiendan a imitarte… Somos ejemplos andantes. Allá por donde vamos, esa sonrisa, ese saber estar, esa palabra amable, ese chascarrillo oportuno, ese gracejo que tenemos los cristianos… ¡Que siesos son los del norte, por Dios!

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