12/11/14

autoridad y cariño

PD3: Interesante lo que dicen aquí: Falta de autoridad:

No es que falte, es que no la ejercemos. No queremos someternos a ninguna autoridad, por eso no nos atrevemos tampoco a ejercerla (sobre todo, a nivel privado). Apenas nos cuesta llevar el mando en el entorno empresarial o social; sin embargo, nos resulta tremendamente difícil proceder con la autoridad que nos corresponde en un contexto más cercano, como el familiar.

De ahí que podamos corroborar de muy diversas maneras que los padres ya no tienen autoridad sobre sus hijos, que la han perdido, que ya no se atreven a ejercerla, a hacer de padres. Las causas de esta disipación son muchas y complejas; hay que buscarlas, sin duda, en el debilitamiento de las estructuras familiares y sociales, pero, sobre todo, en una incorrecta interpretación de lo que es la autoridad.

Muchos padres no la entienden como lo que es, la forma de querer y hacer crecer a sus hijos, sino como una manera despótica de atravesar los límites de la intimidad. En el fondo, late un concepto de amor filial confuso, mezclado con el cariño, la condescendencia, el proteccionismo, la permisividad, la blandura… y no nos atrevemos a exigir nada a los hijos, a marcarles límites, a hacer que crezcan.

Y más que andar mandando todos los días a los chicos, hay que enseñarles con el ejemplo y con el cariño que les tenemos, con lo que les queremos…

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