8/3/16

darse

PD3: Amar al prójimo es darse. Y nos tenemos que dar en todo momento a los demás. Nos tenemos que dar nosotros y tenemos que darles cosas también. Hay que darles nuestro cariño, nuestro esfuerzo, nuestra comprensión, nuestros besos y abrazos, nuestro apoyo en momentos de dificultades, hay que darse continuamente…

Cuando son mayores hay que seguir dándoles a nuestros hijos nuestros consejos, contarles anécdotas de nuestra vida pasada, sin ser repetitivos, hay que darles de comer, invitarles a que vengan por casa, y darles buenas comidas, no siempre lo mismo, no siempre lo que es más fácil hacer. Hay que sorprenderles, hacerles reír con las tonterías de la vida, hay que tratar de estar al día de lo que les va pasando, de sus problemas, de sus éxitos, de su afanes, preocuparse por lo que hacen y piensan, por sus ideas, aunque sean muy distintas a las nuestras, preocuparse por sus propios hijos, ayudarles, descargarles de su trajín diario cuando son pequeños. Hay que apoyarles económicamente en todo lo que se pueda, siendo muy generoso, dando más incluso que lo que a uno le hayan dado previamente… Es lo mejor de dar, que se entrega sin esperar recibir nada a cambio… Este es el verdadero amor.

Hay que dar mucho cariño, comunicación (hablar y sobre todo, escuchar, entender), dar detalles a los políticos, saber que aunque estén lejos hay que seguir al día con sus respectivas vidas… Es más cómodo no entrar a saber todo de tus hijos que han volado, pero hay que, sin fisgonear, tratar de dar a los tuyos esa sensación de que aunque no se viva en la misma casa, se siguen siendo una familia junta… Hay que hacer por verse.

Y hay que darse a los hijos que viven con nosotros todavía también… Hacerles la vida agradable, darles cháchara, pero sin repetir siempre lo mismo. La educación es una pura insistencia, una y otra vez lo mismo, pero sin atosigar que si no, no funciona… Hay que hacerles reír, hay que conseguir tirarles de la lengua con disimulo, para saber lo que pasa por sus vidas, lo que hacen, cómo son sus amigos, qué planes hacen cuando salen, qué tal van con los estudios y trabajos. Hay que animarles en todo lo que hacen y apoyarles en todo, nos guste o no. No hay que agobiarse porque no sean como nosotros queremos que sean… Deben ser como ellos quieran ser, pero nos tenemos que seguir dando también a ellos…

Hay que darse en el trabajo, con los amigos, con los conocidos que nos encontramos tantas veces, hay que ser amables, simpáticos, respetuosos, sencillos, humildes, sonrientes, alegres… Muchas veces cuesta, pero si les queremos querer, hay que hacer muchos esfuerzos todos los días…

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