PD3: El otro día un hijo mío se fue a cortar el pelo. Pasó por las 3 peluquerías más cercanas y hasta los topes. No se le ocurrió nada mejor que meterse en una “mora” de nombre impronunciable moro de la morería. Qué miedo, pensé cuando me lo contaba. Miedo por la falta de higiene, gérmenes, bichos, microbios, sida... Experiencia singular. Le cobraron 7 luros y le dejaron mejor que las habituales. ¿Por qué? Fundamentalmente por falta de formación. Ahora los peluqueros ni son peluqueros ni leches, no han estudiado para hacerse peluqueros. Son parados que les dan unas tijeras y ala…No saben hacer el cuello, ni lo intentan. Total falta de profesionalidad en el sector lo que implica descontento entre los usuarios y ninguna fidelidad, como antiguamente se tenía. Esto junto con una sensación de carestía desagradable: 12 euros por 10 minutos. Eso quiere decir que la mano de obra del peluca nos cuesta 72 luros. Qué sí, que lo que quieras, que parte es la luz y el alquiler del chiringo…
Esto me lleva a reflejar este insignificante dato como uno de nuestros males económicos: nos hemos ido de madre y todo está carísimo. Ya bajará. De esta crisis tendremos que salir compitiendo. Espera que te sepan cortar el pelo, y que no sea un moro, por menos de 10 euros. Y que nos lo corten bien. Las demás o se ponen las pilas o se quedarán vacías…
Pero la moraleja no es esta. El mensaje son el par de cojones, con perdón, que tiene mi hijo por no darle miedo ni asco entrar en una peluquería mora. Recuerdas: todos somos Hijos de Dios y debemos tratarnos como hermanos. Lo que tiene uno que aprender de los hijos. El día menos pensado me voy a cortar al Shalib ese a ver qué tal. Total, me ahorro 5 luros que no está la cosa para muchos bollos… Y de esta forma, practico el quitarme prejuicios. Vamos a tener que convivir con los hermanos musulmanes durante muchos años. Y ellos, que tienen mucha familia, serán más y nosotros menos...
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