5/12/12

No hay niños.

PD9: Un país con pocos niños es triste. Los nacimientos decrecen en España. En la época del hambre, por ejemplo, los hijos venían cuando menos se los esperaba; no había planificación familiar y el sentido de la independencia y la intimidad en un hogar eran distintos. Ya no somos como éramos. El optimismo social de los años 80 ha cambiado; esas aceras por las que los niños volvíamos de la escuela están ahora sólo llenas de abuelos. Eso es lo triste: sólo hay una edad, la tercera. Vivimos en un país de viejos donde ver a un niño te hace girar la vista. Y con esta crisis, ¿quién es el valiente que tiene familia numerosa? Ni a tiros… Ahora es el egoísmo de las personas, la lujuria en las relaciones, el poco compromiso, el total pasotismo y despreocupación por hacer del matrimonio una unión abierta a la vida…, con confianza en el mañana que, a pesar de la crisis, Dios proveerá.

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