17/5/13

Penitencia

PD10: Sabes que cuando te confiesas tus pecados en el confesionario, le dejas un regalito al cura… No nos suelen poner mucha penitencia, para tratar de que sigamos con la buena costumbre de la confesión frecuente. Quedamos limpios del pecado, pero debemos hacer penitencia por la herida, por la ofensa hecha. Hay muchas formas de penitencia: limosna, comer menos de lo que nos gusta, sonreír a más gente, trasmitir mucha alegría… La vida es una pura penitencia. El cuerpo humano ayuda bastante. ¿Qué no te duele a partir de ciertos años? Duele de todo, esa artritis, ese dolor muscular aquí, el diente allá, las cervicales, lumbago, hasta los ojos de puro cansancio que no te dejan leer por la noche… Esa mortificación que nos brinda el cuerpo es excelente para limpiar las heridas y ofensas.

Por otra parte, el pobre cura hace lo propio. La gente le descarga sobre sus espaldas todos sus pecados que luego ofrece él en penitencia nuestra, con dolor, con mucho sufrimiento. No pienses que sólo somos los pecadores los que debemos limpiar las heridas; los propios curas sufren y hacen mucha penitencia por nuestros pecados…, por los pecados que confiesan. Así que cuando sales del confesionario y le has dejado un regalo, aunque te sonría el buen cura, le dejas un recuerdito…

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