29/6/15

no es pan...

PD1: Cuando estoy en Misa y llega la consagración, hago un acto de fe muy fuerte. El pan y el vino dejan de ser lo que son y se convierten en el Señor. Desde ese momento no les puedo quitar el ojo. Cuando comulgo sé que ese pan no es pan, sino que es Dios mismo lo que me como y se mete dentro de mí. Y le doy las gracias y le pido muchas cosas. El Espíritu Santo se queda dentro de mí el día entero y la noche…, hasta el día siguiente…

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