19/6/15

no hay que darles cosas

PD3: Es un monstruo, siempre acierta… Es la monda de bueno:

NO HAY QUE DARLE TODO SINO QUE HAY QUE DARSE UNO

Mi marido dice que le tenemos que dar a los niños todo lo que nosotros no hemos tenido de pequeños, yo creo que eso no es así, pero él les está dando todo lo que él ansiaba y no tenía. Tenemos tres hijos, el mayor de 11 años y el pequeño de 4. Mi cabeza me dice que eso, antes o después, lo van a pagar los niños y por ende nosotros. Pero a él no hay quien lo convenza de lo contrario. Ve muy poco a los niños a causa del trabajo, pero cuando está con ellos les da todo lo que desean ¿Usted qué opina?

No es difícil encontrar personas que piensan de esa forma aunque, afortunadamente, el número cada vez es menor.

Como le dice su sentido común, esa forma de actuar es muy peligrosa para los niños. En primer lugar, porque no se les educa la voluntad. Es decir, no se les está educando en el dominio de sí mismos, lo que es imprescindible para que una persona pueda vivir la libertad y, por tanto, pueda ser capaz de amar. A mí me parece que no educar en la exigencia personal, en el dominio de sí mismos es hacer unos desgraciados a los niños. La voluntad es muy difícil de educar cuando uno ya es mayor. Se sufre mucho cuando uno se da cuenta de que no hace lo que quiere, que no es libre, por falta de fuerza de voluntad. Muchos terminan culpando a los padres de esa carencia. Y no sin razón.

Otra de las cosas que hacen que esa forma de educar sea tremendamente negativa, es que se le da a los niños lo que ellos no tuvieron. En cambio no se les da lo que, en muchos casos, tuvieron: tiempo de sus padres.

Lo que más desea un hijo es que sus padres estén con él, los dos, su padre y su madre. No se trata de darles de todo, sino de darse uno.

No se trata de tiempo de calidad. Creo que esta expresión, en muchos casos, puede encerrar una falsedad. Es decir, entender tiempo de calidad como estar con los niños haciendo cosas. En muchas ocasiones no debe ser así. Lo que necesitan los niños es estar en casa y estar haciendo sus cosas y saber que sus padres están ahí. Sentirse seguros, sentirse queridos. Ya sé que esto algunas veces es difícil, pero seguro que se puede dar un poquito más. Habrá que dejar el golf, el tenis o lo que sea, para conseguir estar. O bien llevárselos a esas actividades. Pero hay que estar. A veces, simplemente estar.

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