PD6: A veces me veo como un telepredicador, metiendo este párrafo apostólico. Otras veces me digo: no, eres un apóstol que, como San Pablo, escribes bonitas cartas a quien las quiera leer… No sé lo que soy. Casi siempre acabo contando mis batallitas, mi intimidad, mi propia vida por si te sirve de algo. Aunque no me veo mejor que los demás, sino me considero un gran pecador, que se levanta cada vez que yerro, algo que hago con frecuencia... pero con esperanza.
Desde estas líneas finales no trato de decirte lo que debes hacer, válgame Dios. Te cuento lo que hace uno, menda, que se sabe frágil y débil, no para que me imites, sino para que sepas lo que uno puede llegar a hacer y las tonterías que puede llegar a decir… Para que sepas que se puede ser distinto a la masa, al resto del mundo... Vivimos en medio de una jungla, rodeados de lobos … Y aún así, se puede ser diferente; se pueden hacer las cosas bien, como uno cree que es hacer las cosas bien.
Y sí, quizás aún siendo un laico, me veo más como un cura. Quizás es que los laicos deberíamos ser más curas y menos laicos… Los curas, encerrados en sus templos, apenas llegan a nadie, casi no atraen. Y desde esta atalaya, consigo llegar a mucha gente, hasta que te hartes y me mandes a paseo…
La iglesia no es sólo el templo que hay en las plazas mayores de los pueblos, ni en cada barrio de las ciudades. La iglesia somos todos y todos debemos hacer iglesia. O al menos es lo que yo pienso.
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