23/2/12

no nos privamos de nada

PD7: Culto al cuerpo: La gente vive para satisfacer sus sentidos. Vivimos en unos momentos en que todo quisqui se debe a su cuerpo y al disfrute a tope de sus antojos y caprichos. Me apetece esto, lo consigo; quiero esto, lo tengo inmediatamente. Lo quiero todo y lo quiero ya…, en todos los ámbitos de la vida del ser humano. La sociedad consumista nos los ofrece, y nosotros le damos satisfacción al cuerpo con gozo y frenesí …

Es un horror. La falta de templanza y de continencia genera esta sociedad que vivimos, sin ideal ninguno más que disfrutar a tope. Cuando hay crisis, como ahora, la gente se frustra porque no todo lo puede conseguir…Depresión al canto, miedo y estres… Habíamos acostumbrado el cuerpo a todo y ahora ya no se puede, no hay con qué pagarlo.

El saber decir que no a los caprichos, a los lujos, al exceso de bienestar, el saber privarte de cosas (comida, bebida, spas, coches, viajes, lujos…) en épocas de abundancia permite estar mejor preparado para las épocas peores, para las maduras como ahora.

Sí y sólo sí fuéramos capaces de mortificar el cuerpo voluntariamente, ofreciendo esos pequeños sacrificios por otros, metiendo vida sobrenatural al desparrame total que hemos alcanzado…, seríamos más felices, mucho más.

Más tiene quien más le falta. Pero esto se hace superlativo si lo haces adrede, si te dejas cosas, si te dejas de dar gustos, caprichos, memeces, y los ofreces a Dios y por los demás. Mortificación y penitencia: lo que le cuesta al personal… No saben lo que se pierden. Dejarte un antojo, o una comodidad, a sabiendas, por algo espiritual, lo más bonito y efectivo de la vida, lo que más llega ahí arriba. Oración y mortificación…, pregúntale a las monjas de clausura que de esto saben un rato. Todo lo que piden, lo consiguen. Todo lo que se pide con fe, se logra.

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